Con el objetivo de obligar a los productores a vender soja, el Banco Central (BCRA) decidió ponerle trabas al financiamiento de los créditos lanzados al 24% para hacer frente a la actual situación del país en medio del coronavirus.
A partir de la circular A 7018 conocida este viernes, se dispuso que las entidades financieras no podrán otorgar las financiaciones especiales a tasa del 24% -previstas en las normas sobre “Efectivo mínimo” y en recientes regulaciones normativas elaboradas con motivo de la cuarentena económica “a personas humanas o jurídicas con actividad agrícola que mantengan un acopio de su producción de trigo y/o soja por un valor superior al 5 % de su capacidad de cosecha anual.”
Esto es, en la práctica, que no habrá créditos blandos para quienes no liquiden el producido de la cosecha en el mercado único y libre de cambio (MULC).
Lo que se está observando en estas semanas es que a medida que se agranda la brecha cambiaria, hay una retención de granos porque el productor se resiste a vender su soja al tipo de cambio oficial de $ 68 dólares mientras en el mercado bursátil el dólar se negocia, legalmente, arriba de los $ 120. Además, sobre el precio de $ 68, el productor debe aceptar una retención del 30%, con lo que su tipo de cambio real es de $ 48 pesos, aproximadamente. En estos valores, la brecha entre el dólar soja y el dólar Bolsa es del 154%.
En el Banco Central señalaron que la restricción de financiamiento a quienes no liquidan soja va en el mismo sentido que la prohibición de operar dólar bolsa o dólar contado con liquidación a quienes reciben financiamiento a la tasas subsidiada del 24% anual.
Para compensar esta restricción, el Banco Central, en la misma circular A 7018, dispuso que los bancos podrán ofrecer a sus clientes del agro la posibilidad de realizar inversiones a plazo con retribución variable con rendimiento determinado en función del valor de los cereales u oleaginosas. Dichas colocaciones estarán circunscriptas a las personas –humanas o jurídicas– con actividad agrícola y por un importe de hasta 2 veces el valor total de sus ventas de cereales y/u oleaginosas registradas a partir del 1 de noviembre de 2019.
Según fuentes del Banco Central, la medida es similar a la que se tomó con las restricciones a la operatoria del dólar contado con liqui. Las empresas y personas que compren divisas por esa vía tienen restringido el acceso al mercado de cambios, a los créditos subsidiados y a las ayudas para pagar salarios.
Como contrapartida, el Banco Central resolvió este jueves relanzar los préstamos a tasa variable (DIVA) y darles incentivos a los bancos para que ofrezcan inversiones atadas a la evolución del precio de la soja. Es una manera de ofrecerle al productor un incentivo para liquidar, en momentos en que la brecha entre el tipo de cambio oficial y los dólares paralelos superan el 90%. (DIB)