El Banco de la Nación Argentina (BNA) financiará hasta el 100% de la construcción de proyectos de viviendas a boca de pozo, de las cuales, al menos el 70% de la superficie total construida se corresponda con unidades aptas para financiar su adquisición a través de sus líneas de crédito de esta entidad.
De esta manera, como consecuencia de la gran demanda generada gracias a las líneas hipotecarias, el BNA decidió mejorar las condiciones de su línea para financiar a constructoras y desarrolladoras inmobiliarias, y dar una solución sustentable al problema de una falta de oferta de viviendas que aquejó al país por décadas.
El BNA apunta a asegurar tanto a los desarrolladores o constructoras como a los que adquieran las viviendas a construir que, finalizada la obra, los compradores precalificados por el Banco accederán a una línea para la adquisición de esas unidades.
Por otra parte, la entidad busca financiar y dar tenencia a los compradores desde el final de obra en lugares donde demore la subdivisión en condiciones iguales a los de sus líneas hipotecarias (hasta 30 años con el 80% de asistencia crediticia respecto del valor de la vivienda) con una tasa de 4,5% en UVA, la que se disminuirá a 3,5% al momento en que se pueda hipotecar.
El BNA, asimismo, financiará directamente a los compradores de viviendas en proyectos estudiados por el Banco desde el pozo y con boleto de compra–venta. Se requerirá una preventa del 100% como condición previa al desembolso y que el desarrollador o constructor los avale hasta el final de obra y tenencia. En este caso, las condiciones del préstamo son las mismas que las del caso anterior: hasta 30 años con el 80% de asistencia crediticia respecto del valor de la vivienda, con una tasa de 4,5% en UVA, la que se disminuirá a 3,5% al momento en que se pueda hipotecar.
Las máximas autoridades del BNA trabajaron en conjunto con el BCRA, el Ministerio de Finanzas de la Nación y la Subsecretaría de Vivienda del Ministerio del Interior de la Nación en los últimos cuatro meses. Durante todas las reuniones y mesas de trabajo con constructoras y empresas desarrollistas, se analizaron las problemáticas que dificultaban la inversión y el financiamiento de la construcción de viviendas, uno de los sectores de la economía con mayor poder multiplicador en la actividad económica y el empleo.