Editorial: Evaluar antes, durante y después de una Obra Pública para mejorar su impacto

Es indispensable que, para consolidar políticas públicas eficaces, se analicen de manera constante y transversal cada una de las acciones desarrolladas y, a su vez, se verifiquen los efectos que producen en el territorio. Mientras que las demandas de participación y rendición de cuentas son más evidentes en la ciudadanía, los procesos de evaluación se establecen como nucleares a la hora de pensar en una gestión cercana, innovadora y federal, en un proceso de constante aprendizaje.

Desde el Ministerio de Obras Públicas, apostamos por implementar procesos de evaluación en todo el ciclo de la infraestructura de forma integral, generando un insumo constante no sólo para pensar en las proyecciones futuras, sino también para robustecer los procedimientos actuales.

En este marco, a través de la Resolución 118/211, se creó el Programa de Monitoreo y Evaluación de Políticas Públicas, bajo la coordinación de la Dirección Nacional de Integridad y Transparencia del MOP, con el que se evalúan los avances de los planes, programas y proyectos, como también sus resultados y potenciales impactos.

Con una mirada orientada hacia la construcción colectiva, la capacitación interna dentro de los equipos de trabajo y la retroalimentación con otros actores, impulsamos la Red de Áreas de Monitoreo y Evaluación de la Obra Pública, un espacio compuesto por las áreas sustantivas del MOP, sus organismos descentralizados y empresas. A partir del diálogo continuo y el intercambio de información, se articulan recomendaciones que fortalecen los mecanismos de monitoreo y evaluación. Asimismo, se trabaja con otros organismos centrales en estas temáticas, como la Jefatura de Gabinete de Ministros, el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, el Sistema de Información, Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales (SIEMPRO), entre otros ministerios de la Administración Pública Nacional.

En 2023, avanzamos con un Plan Anual de Evaluaciones, que contempla la generación de herramientas metodológicas y estándares en evaluación en la Obra Pública. En esta línea de trabajo, un caso interesante a tomar en cuenta tiene que ver con la evaluación de resultados del Programa de Infraestructura de Centros de Desarrollo Infantil (CDI), que busca conocer en primera persona opiniones de infancias, familias y autoridades acerca de las funcionalidades edilicias y del equipamiento con el que cuentan, como así también la implicancia que tuvieron en la reducción de la pobreza de tiempos, la apropiación comunitaria y la autonomía que generan estos espacios en las niñeces.

Por último, es importante mencionar que el MOP construyó, junto al Observatorio de la Obra Pública, un Manual de Evaluaciones en la Obra Pública. Este documento, disponible en la web del ministerio, propone buenas prácticas en evaluación de políticas, programas y proyectos de Obra Pública, incorporando dimensiones estratégicas como género, ODS, ambiente y cambio climático e impactos territoriales.

Contar con información precisa en todo el ciclo de las políticas públicas permite diseñar y ejecutar obras capaces de contribuir con la reducción de brechas y la pobreza de tiempos. Las evaluaciones aportan hacia la consolidación de un Estado a la altura de las demandas y necesidades de sus pueblos