El Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB) alertó sobre las consecuencias de los cambios establecidos por el Gobierno en la política de medicamentos, tras ceder ante los reclamos de los laboratorios.
“En una clara respuesta al pedido de la poderosa industria farmacéutica (que reconoció haber aportado fondos a la campaña presidencial), el gobierno suscribió el Decreto 63/2024 para cambiar el único punto que traía alivio a la población y bajaba el precio de los medicamentos: la vigencia de la ley 25649/02 prescripción por nombre genérico”, alertaron en un comunicado.
Desde el ente gremial señalaron que el artículo 1 del Decreto 63/24 repone la “recomendación y/o sugerencia de la marca comercial realizada por el médico…” y “pone trabas a la sustitución farmacéutica” con genéricos.
“El Decreto incurre en falacia porque los medicamentos genéricos no alteran el tratamiento clínico del paciente porque son equivalentes; así lo demuestran los 22 años de vigencia de la ley 25649, exentos de denuncias de alteraciones de tratamientos clínicos provocados por sustituciones farmacéuticas”, indicaron en un comunicado.
En ese sentido, consideraron que “el Decreto alimenta la corrupción por la cual las grandes farmacéuticas premian a los médicos para que prescriban y recomienden sus marcas comerciales caras sobre la base de argumentos falsos, ya que ningún laboratorio puede alegar mayor o mejor calidad que otro porque todos están sometidos a los mismos controles y exigencias establecidas por la ANMAT”. Y añaden: “Ni los países más capitalistas del mundo se atrevieron a tanto, justamente ellos respetan al individuo y obligan al empresario farmacéutico a competir”.
Con los cambios, los médicos deberán consignar el nombre genérico o denominación común internacional en la receta, aunque también podrán sugerir una marca comercial que el farmacéutico podrá sustituir por otra de menor precio a pedido del consumidor, según estableció el Gobierno.
Además, la administración nacional cedió en otra iniciativa polémica, y al final definió que la venta libre de medicamentos en establecimientos no habilitados como farmacias estará limitada a los antiácidos y analgésicos.
“Los antiácidos y analgésicos liberados por el Decreto pueden causar gastritis y hemorragias digestivas que terminan en nuevas consultas médicas y cirugías y, en otros casos, provocan daño renal porque se toman en forma excesiva, justamente porque se cree que son inocuos; por tanto, si no requieren receta médica sí deben estar bajo control del profesional farmacéutico, es decir: expendio libre en farmacia”, señalaron desde el sindicato sobre este punto.
“Las consecuencias de liberar la venta de antiácidos y analgésicos las pagará el Estado y el Ministerio de Salud que en vez de promover este disparate debería googlear sus propios estudios y recomendaciones que indican que el uso irracional de analgésicos causa 5400 muertes anuales en Argentina, que para un uso adecuado de analgésicos es importante consultar a un profesional y que la automedicación es riesgosa”, finalizaron. (DIB)