Dictan la prisión preventiva para el imputado por femicidio en Berabevú

Cristian Romero, acusado de haber asesinado y enterrado en el patio de su casa a Julieta Del Pino, fue imputado ayer y se le dictó la prisión preventiva. Así lo dispuso la jueza de la investigación penal preparatoria, Silvina Marinucci, al hacer lugar al pedido de los fiscales de la causa, Matías Merlo y Susana Pepino, en el marco de una audiencia desarrollada en los Tribunales de Melincué sobre el caso de femicidio ocurrido el fin de semana en Berabevú.

Al incriminado, quien se abstuvo de declarar, se le atribuyó el delito de homicidio agravado por el vínculo en contexto de violencia de género. La decisión de la magistrado se fundamentó en haber «evidencias suficientes» para acreditar el delito que se le achaca al imputado. Así lo manifestaron los representantes del Ministerio Publico Fiscal en la conferencia de prensa que brindaron al culminar la audiencia.

Tras agradecer la colaboración recibida para llevar adelante las actuaciones que derivaron en el arresto del sospechoso, Pepino confirmó que Julieta, de 19 años, murió a causa de un estrangulamiento, según reveló la autopsia realizada en el Instituto Médico Forense de Venado Tuerto.

Además precisó que la joven presentó lesiones en el rostro que podrían haber sido provocadas por golpes de puño, al tiempo que aclaró que hasta el momento no fue establecido si la victima fue violada. «No tiene rastros físicos de abuso sexual», detalló, aunque explicó que se espera el resultado de una serie de estudios realizados para llegar a una conclusión que despeje dudas al respecto.

«Julieta murió por estrangulamiento manual», indicó la fiscal, para luego puntualizar que el homicida «cubrió el cuerpo (de la víctima) con cal, lo cual no es casualidad ya que Romero era albañil», dijo.

El fiscal Merlo dijo que las «primeras hipótesis que estamos manejando en base a distintos elementos y declaraciones testimoniales es que la víctima había sido estrangulada en el interior del inmueble (donde fue hallada), pero aún faltan pruebas biológicas». Asimismo dijo que «hoy (por ayer) hicimos tres procedimientos donde secuestramos una frazada y otros elementos (de interés para la causa) que el imputado quería ocultar y requerirán de una pericia».

Pepino aseguró que el imputado no mostró muestra de arrepentimiento ni «tampoco se quebró» durante la audiencia.

Si bien en principio no hay pruebas de que el imputado haya actuado con ayuda de otras personas, tampoco fue descartado. Sobre la mecánica del brutal asesinato quedan algunos vacíos que se intentan dilucidar. Lo que se desprende de la investigación es que el femicida, quien continúa alojado en la alcaldía de la cabecera del departamento General López, siguió con su auto a la joven mientras ella regresaba en bicicleta a su casa tras salir del trabajo el viernes pasado cerca de la medianoche.

 Todavía no queda claro si la interceptó para luego obligarla a subir a su rodado o tramó otra estrategia para retenerla en otro lugar y descargar su instinto asesino.

Para la reconstrucción del hecho fueron claves las cámaras de seguridad, que captaron el momento en el que se ve a la joven en su bicicleta y luego el auto de Romero. El hermano de la joven reconoció en la imagen el vehículo del único implicado en la causa, que era compañero de trabajo.

El matador intentó ocultar el cuerpo de la víctima arrojándolo a un pozo del patio de su vivienda y tapándola con cal, donde horas más tarde fue hallado tras una intensa búsqueda.

La coartada del femicida, del que hasta el momento no se estableció si estaba o no bajo los efectos de estupefacientes, no fue suficiente para desviar la atención de los investigadores, que con la ayuda de perros localizaron el lugar donde la enterró el domingo.

Si bien la madre de la víctima negó que su hija haya mantenido tiempo atrás una relación sentimental con quien está incriminado de asesinato, desde la Justicia se plantea lo contrario.

En tal sentido los fiscales comentaron que basaron su calificación delictual en el testimonio de dos amigas de Julieta que aseguraron que la joven tuvo algún tipo de relación ocasional que luego se rompió.

«Hubo una relación previa (entre víctima y victimario) que influyó en la violencia de género en virtud de que él insistía en verla, lo que fue un argumento que fue tomado por el tribunal para hacer lugar a la calificación legal», manifestó la fiscal Pepino.(LA CAPITAL)