La nueva etapa de la cuarentena incluirá en la provincia de Buenos Aires una lenta y controlada liberación de algunas actividades hoy restringidas, como los deliverys de sustancias no alimenticias, algunos oficios y ciertas profesiones independientes, que será dispuesta por el gobierno nacional sobre la base de una propuesta del bonaerense, pero que solo en harán efectivas en aquellos distritos cuyos intendentes las confirmen y garanticen el protocolo que regirá funcionamiento.
Las características de la cuarentena “administrada” para el territorio bonaerense fueron acordadas hoy por el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en un encuentro que compartieron en Olivos con el comité interministerial nacional que quedó encargado de definir como seguirá el aislamiento en las provincias, luego de que el presidente Alberto Fernández anunciara, tras recibir a los gobernadores, que se permitirá luego del 26 de abril cierta apertura de la cuarentena en zonas donde ellos sea posible.
En el caso bonaerense, Kicillof explicó que “hicimos un relevamiento municipio por municipio” para conocer sus puntos de vista sobre cómo debería ser la nueva cuarentena a nivel local y, luego, “hicimos un proceso de consolidación” para elevar a la Nación una propuesta unificada. Ese trabajo corrió por cuenta de su ministra de Gobierno, Teresa García y de su jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y es el que usó Cafiero para definir las primeras medidas, que tendrá un carácter general porque se basan en sugerencias comunes de los alcaldes.
Según explicaron a DIB fuentes del Ejecutivo provincial, esa apertura afectará a las ventas on line. O más precisamente a las que se hacen a distancia, vía telefónica y delibery, sin abrir locales al público, más allá de los gastronómicos, que hoy ya funcionan aunque con restricciones. Habrá también permisos para que vuelvan al trabajo algunos profesionales independientes, como los odontólogos, y algunos oficios, como los de plomería y probablemente los ligados a la construcción privada.
Ese esquema algo más flexible tendrá una particularidad: si bien se basa en recomendaciones de los alcaldes, solo funcionará en aquellos municipios cuyos intendentes los habiliten explícitamente. El gobierno provincial se encargará ahora de hacer las consultas uno por uno, para determinar quién da el ok y por lo tanto está en condiciones de avanzar y quién no. Pero además, los jefes comunales deberán garantizar que se apliquen los protocolos que regirán en funcionamiento de las actividades flexibilizadas.
“No estamos hablando de una flexibilización de la cuarentena, sino de una focalización” de su aplicación advirtió hoy Kicillof. El gobernador enfatizó que “esto es un proceso muy dinámico”, por lo que cada medida podrá ser revertida en caso de que la situación sanitaria así lo aconseje.
La administración bonaerense maneja un mapa doble, con zonas de alta circulación viral, que comprende al Conurbano y distritos grandes del interior como Bahía Blanca, Mar del Plata o La Plata, y zonas con menor presencia del coronavirus, en general el interior bonaerense. Y con ese marco definirá también, aunque más adelante, algunas propuestas puntuales de algunos alcaldes para zonas o ciudades determinadas y otras regionales pero que no quedaron incluidas en las medidas dispuestas por la Nación. (DIB)