Los más de 100 días de cuarentena y la confirmación de que la pandemia del coronavirus llegó para quedarse han dejado una lección en el país y en el mundo: hay una serie de nuevos hábitos que habrá que mantener para contribuir a que el virus corte la cadena de transmisión, al menos hasta que haya un tratamiento o una vacuna.
Como al principio, toda la sociedad deberá contribuir y no relajarse, para evitar que colapse el sistema de salud y que el cororonavirus se instale y gane transmisión comunitaria en regiones en las que por el momento solo hay pocos casos o brotes controlados.
Esos hábitos son de conocimiento público desde el mes de marzo, pero vale la pena refrescarlos. El lavado de manos es el principal aliado para frenar la trasmisibilidad de cualquier virus respiratorio, tal como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). La frecuencia estará ligada al contacto con superficies en espacios públicos o medios de transporte, o bien con otras personas, o con mostradores de locales en los que circule mucha gente. Igual de efectivo es el uso de alcohol en gel. Además, en caso de no haberse higienizado correctamente las manos, hay que evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
Al llegar al hogar, se recomienda cambiarse el calzado o pisar un trapo con lavandina al 10%, y rociar llaves, carteras, mochilas, billetera, celular y la ropa más expuesta con alcohol 70%. Las diluciones de estas sustancias sirven para desactivar al virus. Ambas se preparan en envases con gatillo: en el caso de la lavandina, se colocan nueve medidas de agua por una de este desinfectante; en el caso del alcohol, van siete medidas por tres de agua.
Otra recomendación es la del uso del tapabocas, que en muchas localidades instaurado de forma obligatoria para salir a la calle y también para hablar con otras personas, sobre todo si se trata de mayores de 65 años. El barbijo o tapabocas debe cubrir nariz y boca y debe estar fabricado de tela de algodón, debe ser respirable y lavable.
En cuanto a posibles síntomas, vale refrescar que hay que toser o estornudar en el pliegue del codo y que, ante una línea de fiebre, se debe llamar 148 y dejar de mantener contacto con otras personas.
A todo lo mencionado, también se le pueden sumar ciertos comportamientos ligados a una conducta de conciencia social, en línea con un distanciamiento que atienda al cuidado personal y de los demás. En ese sentido, siempre será recomendable evitar salidas que no sean indispensables, así como reuniones sociales o visitas en lugares cerrados con más de 10 personas, y si ocurrieran, no dejar de lado el lavado de manos y las medidas de higiene pertinentes. Se recomienda especial atención en el trato con personas mayores de 65 años: en lo posible hablarles a distancia de un metro y con tapabocas. (DIB)