Una donación de la empresa alemana Bayer se encuentra en el ojo de la tormenta en los municipios sojeros de la provincia de Buenos Aires. Durante los últimos años, se denunció que Monsanto, filial de la compañía en la Argentina, contaminó las tierras cultivables con agrotóxicos. En una verdadera lluvia de denuncias, se acumularon en los despachos de la Justicia pruebas irrefutables de que habían rociado con un potente herbicida tanto predios rurales como urbanos, incluyendo hasta terrenos escolares.
En Pergamino, Rojas y Zárate proliferaron los casos de cáncer, enfermedades en la piel, problemas respiratorios y hasta accidentes cerebro vasculares producidos por los neurotóxicos del herbicida Roundup, de la empresa Bayer.
No obstante ello, ninguna de las intendencias involucradas se hizo parte querellante ni defendió en forma alguna a sus ciudadanos. Todo lo contrario, dejaron a la Justicia librada al poder económico de la empresa alemana y no hubo consecuencia alguna por los perjuicios causados a la población.
Como si de un vuelto se tratara, en las últimas jornadas la empresa Bayer anunció su campaña “Somos Parte”, que incluyó la donación de 150 mil euros a distribuir entre los municipios de Pergamino, Rojas y Zárate. Además, entregó conteiners transformados en módulos sanitarios para la atención de pacientes ambulatorios en Pergamino y Rojas.
El dinero, según confiesan allegados a las diferentes intendencias, ha desaparecido. No se ha visto obra alguna ni compra en contrapartida de la plata evaporada. El anuncio al respecto fue un comunicado interno de la empresa.
Ninguno de los municipios hizo mención alguna a la donación. Tanto oficial como extraoficialmente, los intendentes Javier Martínez (Pergamino), Claudio Rossi (Rojas) y Osvaldo Cáffaro (Zárate) se han llamado al más sospechoso de los silencios. (www.REALPOLITIK.com.ar)