La mayoría de los sindicatos representados a través de la CGT Junín acompañaron la medida de fuerza que se dio en todo el ámbito nacional en repudio a las políticas económicas que aplica el Gobierno de Mauricio Macri.
En Colón, Bancos, Correo Argentino, Municipalidad local, Hospital Municipal y los establecimientos escolares tuvieron un grado de acatamiento cercano al cien por ciento.
Los comercios minoristas y supermercados abrieron sus puertas y fue dispar en el sector industrial.
Según publica Diario Junin, en un comunicado se expresó que “la medida de acción directa se funda en la necesidad de expresar el enérgico repudio al ajuste salvaje al que se ven sometidos los trabajadores, los jubilados, los desocupados y los sectores sociales más vulnerables, como consecuencia de las políticas neoliberales del gobierno nacional, que destruye fuentes de trabajo, pulveriza los salarios, aumenta la violencia laboral e incrementa la desocupación y la pobreza. El veto a la rebaja de tarifas aprobado por el Congreso Nacional, el proyecto de reforma laboral, el acuerdo con el FMI y sus negativos efectos sobre el empleo, la obra pública, los sistemas de seguridad social, las economías regionales, las pymes y los servicios públicos y el feroz ajuste en educación, no hacen más que agravar la dramática situación social”.
En tanto, desde el Frente de Unidad Docente que integran UDEB, SUTEBA, UDOCBA y SADOP en Junín dijeron que “paramos para decirle no al ajuste, al FMI, a la reforma previsional, a la pérdida y avallasamiento de derechos. Los tarifazos y la inflación golpean el bolsillo de los argentinos y, día a día, seguimos perdiendo los trabajadores. Exigimos salario digno y espacios de diálogo, convocatoria a paritarias y mesas de negociaciones de las jurisdicciones”.
En San Pedro, una importante adhesión al paro general convocado por la CGT se registró en San Pedro. Una veintena de gremios convocaron a sus trabajadores a plegarse a la medida de fuerza, que prácticamente paralizó la actividad económica en el país.
La huelga, tiene como objetivo exigir cambios en el rumbo económico del gobierno nacional y rechazar lo que los sindicatos considean un «brutal ajuste» contra los trabajadores, de la mano del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.