Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Federación Mundial del Corazón, trabajan para promover la salud cardiovascular, y una de sus metas más ambiciosas a mediano plazo es reducir un 25% la mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares para el año 2025. Por ello, y para tomar conciencia de la importancia de su cuidado, es que el 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón.
El corazón es un órgano esencial del cuerpo, cuya principal función es bombear sangre transportando no sólo oxígeno sino nutrientes a todos los tejidos. A su vez, es el encargado de producir hormonas y sustancias esenciales para mantener el equilibrio del flujo sanguíneo que relaciona diferentes sistemas: renal, nervioso y circulatorio.
El corazón no se toma vacaciones, no descansa, está constantemente en funcionamiento aunque no lo percibamos… ¿Por qué esperar a que pase algún evento imprevisto, si se puede prevenir? Es el motor de nuestro cuerpo y merece ser cuidado, valorado y controlado.
“Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo, más que el cáncer y las enfermedades respiratorias. Una gran proporción de estas muertes podrían evitarse con una alimentación saludable que reduzca el consumo de sal, con ejercicio físico y evitando el consumo de tabaco”, explica Stefania Savoia, licenciada en Nutrición (MN 10670) y miembro del Departamento de Nutrición de New Garden -principal cadena de tiendas de alimentos naturales de Argentina-.
Nutrientes esenciales
Hay vitaminas y minerales que son grandes aliados del corazón. Los más importantes son:
- Omega 3: Antiinflamatoria, protege el sistema cardiovascular, ya que ayuda a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos. Al tener efectos vasodilatadores, contribuye a regular la presión arterial.
- Antioxidantes (Vit. A, C y E. Pigmentos como clorofila, licopeno, carotenos, polifenoles): Aportan compuestos antiinflamatorios que protegen el sistema cardiovascular previniendo el daño y envejecimiento celular.
- Fibra: Reduce el riesgo cardiovascular ya que tiene un efecto protector y antiinflamatorio. Es esencial para regular la presión, disminuir la absorción del colesterol.
¿Dónde podemos encontrar algunos de estos nutrientes?
- Semillas: sésamo, girasol, amapola; en especial chía, lino y zapallo. Molidas optimizan su absorción.
- Frutos secos: castañas, almendras, pistachos, avellanas principalmente nueces.
- Aceites: oliva, chía, lino. Preferentemente en crudo.
- Pescados grasos: atún, salmón, caballa, sardinas, arenque.
- Frutas y verduras de todo tipo y color: principalmente los frutos rojos y cítricos.
- Germen de trigo.
- Té verde.
En cuanto a los condimentos, recordemos que el consumo excesivo de sal puede llevar a la hipertensión arterial, principal causa de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Hay una amplia variedad de condimentos y especias de origen que brindan color, sabor y aromas a las preparaciones: orégano, tomillo, albahaca, romero, pimentones, ajíes, comino, cúrcuma, curry, pimientas, salvia, entre otros.
Acciones clave
Hay pautas que son clave para cuidar tu sistema circulatorio:
- Amigarse con la cocina, evitar el consumo frecuente de paquetes o “ultra procesados” y animarse a cocinar casero.
- Sumar alimentos de origen vegetal y dejar el consumo de carnes rojas sólo para ocasiones especiales (disminuir grasas saturadas aumentando la ingesta de omega 3 y Fibra)
- Hacer ejercicio físico, al menos media hora diaria.
- Limitar el consumo de sustancias perjudiciales como tabaco y alcohol, exceso de sal.
- Controlar el peso sobre la circunferencia de cintura, ya que la obesidad y el tejido adiposo en exceso alojado en el abdomen es uno de los principales riesgos cardiovasculares junto con la hipertensión.
“Con pequeños cambios en la alimentación, control médico anual, y limitar factores que puedan llevarnos a complicaciones, ganamos un estilo de vida saludable esencial para vivir mejor día a día e invertir en nuestra salud a futuro”, concluyó la especialista. (DIB)