Una progenitora realizó una denuncia penal debido a que su hijo se colocó un piercings, se infectó y le dejó secuelas.
Según trascendió la madre de un adolescente de 16 años, señaló ante la Justicia que su hijo de 16 años el 21 de marzo de 2018, se colocó un piercings en la oreja, operación que realizó un colocador de estos elementos.
El elemento decorativo se infectó por lo que habría tomado un cartílago del pabellón de la oreja, y debió ser asistido por un médico aunque quedó secuelas irreparables.
Las infecciones de piercings
Dado que las infecciones son uno los riesgos más comunes que se corren al perforarse el cuerpo es importante que no ignores las señales de alerta.
Por ejemplo, si tienes el piercing en el ombligo y notas que esta zona está caliente, inflamada; hay dolor, enrojecimiento, mal olor, pus amarillo o verdoso y hasta fiebre es momento de tomar medidas.
- Si sospechas de infección, no es necesario que trates de quitarte la pieza, a menos que el médico lo indique, ya que puedes lastimarte.
- Lava con jabón antibacterial la zona afectada, la limpieza es esencial para tratar las infecciones. No uses alcohol o agua oxigenada porque resecan o irritan la piel. Seca perfectamente con una toalla limpia.
- Si notas que hay pus e inflamación, coloca una compresa caliente en el área infectada, cuando se haya enfriado seca la zona en cuestión. Así reduces los síntomas.
- Consulta con tu médico en cuanto identifiques las señales de infección, sobre todo si presentas fiebre o náuseas. Los síntomas pueden empeorar sin tratamiento.
- Aplica un gel o crema antibiótica y refuerza la protección con antibióticos orales que el médico te recete.
Para evitar infecciones, es importante que mantengas la zona del piercing bien limpia y evita jugar con la pieza, ya que con el toque continuo puedes llevar bacterias a esa zona o causar irritación