Colón: Se desperdician millones de calorías en una poda mal planificada

Los funcionarios deben volver a los barrios y su realidad. El domingo pude observar a personas acarreando leña desde varios kilómetros del centro urbano. Utilizaban una moto con carrito y otros tipos de vehículo.

También había familias que trataban de  aserrar un árbol seco. Son tiempos de necesidad. De empatía. De  tener como importante  al otro. Las personas de carne y hueso,  que por diversos motivos sufren las carencias que son arrastradas por esta pandemia.  No son años para desplegar  el “síndrome del escritorio” y realizar campañas marketineras.

La poda de plantas en el radio de la ciudad  y las olas de frio se dan en la misma estación. El municipio debería tener una maquina chipeadora  para obtener “virutas gruesas” y luego complementar su trabajo con otro mecanismo compactador  y fabricar ladrillos que sirvan para las estufas  y salamandras que se utilizan en muchos hogares.

Por otro lado, la leña más gruesa debería llevarse a un sitio luego de cortar con motosierra las ramas y distribuirlas entre los más necesitados. Se están perdiendo muchas calorías en una mal planificada poda.