Tras los once allanamientos en Colón, El Arbolito, Salto, y Arroyo Dulce quedan en la causa judicial abierta, dos detenidos que serían de nombre Sosa y Nazra. Los dos aprehendidos se encontraban al momento del allanamiento en el ex sitio de citas conocido como “Oasis” , ubicado sobre Ruta 8, en jurisdicción de Wheelwright. Los capturados se encontraban pelando papas para cocinar comida para el almuerzo. Los agentes fiscales secuestraron un arma de guerra (Pistola 9 milímetros con numeración limada).
En este sentido, Sosa estaba prófugo por una causa judicial contra la propiedad privada, ocurrida en Santa Isabel, provincia de Santa Fe.
En tanto, Nazra tenía en su haber una estafa con cheques por 500 mil pesos contra ciudadanos juninenses. Con los valores apócrifos había comprado un tractor marca Jhon Deere, valuado en 430 mil pesos. El ilícito se produjo el 30 de enero de 2016. El estafado fue identificado como Omar Fotia, con agencia agrícola que esta ubicada en Brigadier Fournier y Ruta 65, de Junin. La víctima recibió cuatro cheques (tres de 100 mil y uno de 130 mil pesos). En forma posterior de la estafa, el tractor fue llevado andando (increíble) hasta una quinta en campo Salles de San Nicolás, donde la policía lo encontró a mediados de febrero, allanando luego la casa de Nazra y encontrando amplias evidencias.
Como se recordará, la audaz estafa contra una semillera, con planta central en Guatimozín y productores agropecuarios fue desmantelada en Colón el viernes pasado y que tiene “brazos” en otras ciudades y localidades de la región. El Fiscal Ignacio Uthurry y con órdenes del Juez de Garantías Nº2 de Pergamino, Julio Caturla, realizaron el allanamiento por comercialización de bolsas de oleaginosas y cheques sin fondo donde participaban saltenses y colonenses.
La investigación comenzó cuando el propietario de la empresa Capeloni Semillas, con sede en Guatimozín, provincia de Córdoba, llegó a la Fiscalía Descentralizada de Colón para denunciar que individuos con paradero en nuestra ciudad, habían adquirido semillas y pagaron el valor de la compra con dos cheques que luego fueron denunciados como extraviados y no se pudieron cobrar. Paralelo a esto compraban soja de segunda, la curaban y la embolsaban en bolsas de polipropileno “robando” la marca a la firma Nidera.
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