La respuesta tras descartar la propia María Eugenia Vidal la emergencia. “No la necesitamos”, dijo. En cambio anunció refuerzos en el Servicio Alimentario Escolar, el Plan Más Vida, las Unidades de Desarrollo Infantil y los hogares de niños y niñas. Además, en una medida que impacta en los distritos, autorizó cambios en el Fondo de Fortalecimiento de Programas Sociales y Saneamiento (FFPS) para que adquieran alimentos. Así, el 50% de ese dinero que antes estaba destinado a otros fines (la mitad es de uso exclusivo para infancia) se podrá utilizar para la compra de alimentos.
En Colón se recibió entre enero y julio de 2019, la suma de 1.184,819 pesos del FFPS. En tanto que los municipios de la región tuvieron los siguientes aportes: Capitán Sarmiento 678.900 pesos; Pergamino, 4.441.526 pesos; Rojas, 904.584 pesos; Salto, 1.552.962 pesos. En Colón, entre los comedores del Servicio Alimentario Escolar, y los comedores comunitarios (Cristianos y de Organizaciones sociales concurren alrededor de 1500 pibes). El problema mayor son los fines de semana donde no funcionan los comedores escolares, y los estudiantes secundarios que no tienen ayuda alimentaria.
De acuerdo con el INDEC, la pobreza en nuestro país afecta al 46,8% de los menores de 14 años y el 14,5% de los chicos pasaron hambre en el último año. En tanto, la Universidad Católica Argentina (UCA) asegura que 4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes bonaerenses se alimentan en comedores comunitarios.
Ante la dureza con la que golpea la crisis, la oposición -a nivel nacional y su réplica en la Provincia- avanzó para exigir a Mauricio Macri y a María Eugenia Vidal la declaración de la Emergencia Alimentaria, como mecanismo para apagar el incendio que produce la falta de alimentos en miles de hogares. Y aunque los pedidos de emergencia tienen varios meses durmiendo en los cajones de varios concejos deliberantes, el reclamo se hizo más potente en los últimos días, en consonancia con los proyectos que legisladores opositores presentaron en el Congreso (tiene media sanción de Diputados) y la Legislatura provincial.
Los pedidos de declaración de emergencia también comenzaron a visiblizarse en los municipios, llevados adelante por los bloques peronistas, impulsados por la línea que baja desde la conducción.
“En la práctica, la emergencia es un mecanismo que permite a los que toman decisiones tener una respuesta más veloz ante situaciones de crisis”, explicó un legislador provincial a este medio, y añadió que “lo importante es que, cuando se habilite la posibilidad de reasignar partidas, se exprese concretamente el monto y el destino que se le va a dar al dinero, para que sea afectado de manera puntual a ese objetivo”.
La situación en la mayoría de los distritos está desbordada. “La demanda de asistencia alimentaria creció, lo vemos todos, y lo que podemos dar nosotros no alcanza para todos. Sabemos que la gente paga la luz o come”, confesó un veterano intendente radical.
La respuesta de un alcalde peronista fue categórica al respecto: “En la última semana tuvimos que gastar 600.000 pesos para comprar comida; eso del fondo no nos alcanza para nada, porque la situación es crítica”, sentenció.(DATOS LA TECLA)