En la madrugada del domingo ocurrió una trifulca donde habrían intervenido más de una docena de jóvenes. La pelea se desarrolló en su etapa final en la estación de Servicio Rhasa, ubicada en boulevard 50 y Ruta 8.
HP
Los agentes bonaerenses lograron aprehender después de los desmanes que llegó a aterrorizar a empleados presentes a ocho jóvenes con domicilio en Pergamino.
Según pudimos reconstruir en base al aporte de testigos de los incidentes, los enfrentamientos habrían comenzado en cercanías de la confitería ubicada en Ruta 8 y calle 46.
En las inmediaciones se inició las discusiones entre una decena de pergaminenses y varios jóvenes que se trasladaban en moto.
Los pergaminenses optaron por llegar a la estación de servicio. Allí fueron aparentemente acosados por los motociclistas que aceleraban las motos para intimidarlos. Los visitantes se metieron en el interior del baño de mujeres (siete hombres y una chica). La Policía Comunal rápidamente llegó al sitio y varios participantes en moto huyeron.
El orden ante la fuerte presencia de agentes bonaerenses que formaban parte de un operativo de seguridad previamente diagramado lograron tranquilizar los ánimos y llevar tranquilidad a empleados que se encontraban en la edificación comercial.
Pero no todo había acabado. Los ocho pergaminenses cuyas edades son dos de 16 , 17, 18, 20, 21,22 y 23 años se atrincheraron en el baño correspondiente a las damas y ante el pedido de la Policía Comunal no querían salir. La situación duró varios minutos. Se les rogaba que salieran y no lo hacían.
Según los testigos, las fuerzas del orden habrían inyectado por una de las ventanas un poco de un gas usado por las fuerzas de seguridad.
Los jóvenes salieron rápidamente del lugar y fueron aprehendidos. En el expediente judicial y entre otras cosas fueron acusados de daños y resistencia a la autoridad. En el centro comercial existen vidrios rotos, y una puerta dañada.
En la mañana del domingo llegaron familiares de los aprehendidos para que fueron liberados. También se recibían llamadas telefónicas de familias que preguntaban por el destinos de sus hijos. En algunos casos los propios pergaminenses indicaban que a algunos de ellos (seguramente habían escapado de la redada) se dirigían a pié por Ruta 8 rumbo a la ciudad que residían.