El traspaso de las prestadoras eléctricas Edenor y Edesur a la órbita provincial y de la ciudad de Buenos Aires podría comenzar a quedar definido mañana en una reunión de alto nivel entre el gobierno nacional y esas dos administraciones, mientras que continúa el tironeo en torno a los subsidios para el transporte y está prácticamente descartado que vaya a avanzarse con AYSA, la compañía de agua potable y saneamiento.
El destino de las compañías quedó atado a la reducción del 1.3% el déficit fiscal nacional en 2019 como consecuencia del acuerdo con el FMI. Entre ayer y hoy se definió que AYSA será excluida de la iniciativa porque si hay cambios su estatuto se caería el endeudamiento de U$S 500 millones provenientes de organismos multilaterales para financiar el «Sistema Riachuelo», una colectora cloacal que beneficiará a 4 millones de habitantes del conurbano.
Esa definición se tomó en dos tramos, según pudo saber DIB: en una reunión de la que participaron, anoche, la gobernadora María Eugenia Vidal, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, sus ministros de economía Hernán Lacunza y Martín Mura y el ministro de Hacienda nacional, Nicolás Dujovne. Esta mañana, los contactos entre esos actores siguieron y la primera definición es que no se avanzará sobre AYSA.