El colectivo por los Derechos de la Mujer, utilizó la banca abierta en el Concejo Deliberante para que a través de la Dra. Roxana Albisini, realizar una fuerte denuncia pública donde involucró en una causa por abuso sexual a un Director de un área comunal y la falta de recursos económicos para tratar la problemática desde el propio Estado Municipal.
La Dra. Albisini realizó una clara exposición señalando las falencias que existen en el orden local, que es la primera malla de contención en estos casos de violencia sexual:
- Falta de perspectiva de género en la realización del Presupuesto Municipal.
- Violencia obstétrica (una denuncia) en el Hospital Municipal “Eduardo Morgan”
- Falta de una Fiscalía Especializada en Violencia de Género.
- Falta de un equipo interdisciplinario que contenga a la mujer víctima en la Comisaría de la Mujer.
- Falta de una médica ginecológica en el nosocomio comunal, cuando se debe revisar a una mujer víctima de abuso sexual.
- Falta de mujeres en la Guardia Urbana
- Falta de elementos necesarios en la Comisaría de la Mujer.
- Falta de informes de riesgo (se podría haber evitado el asesinato de Delia y su familia).
- Además señaló que existe violencia de funcionarios comunales contra empleadas y que en muchos casos no hay denuncias por miedo a perder el trabajo.
- También señalaron que al propio intendente Municipal, Ricardo Casi, se lo observó compartir mesa en lugares de expansión con personas denunciadas por abuso sexual.
Sin embargo el mayor impacto fue el relato de un miembro del Colectivo feminista, donde está involucrado un funcionario comunal en un grave caso de abuso sexual.
La mujer relató “Ella no sabía que la semana que empezaba el lunes 19 de marzo de 2012, iba ser el comienzo de un larguísimo camino. Siempre trabajó porque en su familia no sobró nunca el peso, aunque siempre hubo para comer.
Activa, cumplidora, buscó y consiguió trabajo para cuidar un nene. Ella tenía plena conciencia de lo que significa ser niña/o y estar expuesto a los distintos tipos de violencia.
Un mes después, un 19 de marzo fue al Jardín de Infantes a buscar al menor. Desde allí se fueron a la casa de quienes la emplearon para esa tarea que con tanto cariño realizaba.
Preparó la merienda y luego se pusieron a mirar televisión.
A partir de la media tarde comenzó la escena de horror. Esa escena que aún en el presente la despierta con pesadillas y que cuando realizó la denuncia relató “ Siguió intentando meterme la mano debajo de la pollera, pero yo se la sacaba constantemente. Se agachó y se recostó sobre mis piernas y me decía “…déjame que te chupe toda…y me puso la lengua en mis piernas”
La víctima hablaba a los gritos para que se despertara el niño. Ni esa precaria defensa sirvió para que la violencia parara.
En otra parte se argumenta “ le fue difícil conseguir otro trabajo. Menos sencillo fue retomar y terminar sus estudios secundarios porque su cabeza se disparaba a esa habitación. Todos los hechos que pudo relatar están en la causa judicial.
Es la causa penal, en la cual apeló en soledad como víctima y particular damnificada ante la Cámara de Apelación de Pergamino, ante el Tribunal de Casación y ante la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires. La misma que le hizo lugar a su pedido ordenando al Tribunal de Casación a que rehiciera la sentencia. Ahora podría tener un juicio justo.
Cuando todo indicaba que el efectivo acceso a la Justicia llegaría, la Defensa del encartado, interpuso la prescripción de la acción. El tiempo corre en perjuicio de las víctimas. La falta de perspectiva de Género, también.
El 19 de marzo de 2012, comenzó un peregrinar en curso. En ese camino hay denuncias –entre otras- dos en el Municipio de Colón. Una se encuentra en el Concejo Deliberante, expediente Nº 5950 del 5 de abril de 2013, y la otra en el Poder Ejecutivo Municipal, Nº 4024-59/2013.
Aún reclama Justicia. El Estado sigue en deuda. Seguimos caminando.”