El domingo a partir de las 21 estarán en Club “El Fortín”, ubicado en calle 46 entre 12 y 13, dos leyendas del Circo Criollo. Se trata de los payasos “Papelito” y “Patagonia” , figuras del último circo criollo.
Un espectáculo que llega a la ciudad para los chicos y no tan chicos. En los últimos días visitaron General Arenales y fueron recibidos por la intendenta Erika Reville.
En un reportaje Mario Holmer argumentó “ Mi bisabuelo, mi abuelo y sus hermanos eran acróbatas, trapecistas y malabaristas y se iniciaron en Alemania en 1840. Yo nací en el circo, en Rosario, en 1950 y a los veinte días estaba en el escenario. Se representaba la obra “La Prostituta” y, en una escena, la protagonista debía entrar con un bebé en brazos. Ese niño era yo” y agregó “ Cuando se enferma mi padre, en 1976, estábamos haciendo barrios en Junín. El nombre “Patagonia” tenía un ángel, algo que atraía. Yo me pinté de la misma forma que lo hacía él y me puse “Patagonita”. Después que se repuso, siguió trabajando hasta que un día me dijo: “Yo no me pinto más la cara, seguí vos” pero continuó como empresario. En 1977 las cosas iban muy mal y manifestó que iba a cerrar el circo. Ahí decidí seguirlo yo”.
El Circo
Los Holmer levantaron la carpa en 1858 y al borde del año 2000, el Circo Patagonia resistió el paso del tiempo pero no pudo con la crisis económica y colapsó. Su último dueño, Mario Holmer, el payaso «Patagonia» y toda su familia quedaron desocupados.
En 1997, la productora de este ciclo filmó una de las últimas funciones del Circo Patagonia en la pequeña localidad bonaerense de Tres Algarrobos.
Los Holmer viven en Rojas, la gente los quiere, habitan casas modestas de material, pero prefieren dormir en casillas rodantes que quedaron del circo. Sueñan que el circo criollo de los antepasados, con la obra de teatro al final, volverá a escena. En el presente, los dos payasos se volvieron a pintar la cara de vivos colores y están nuevamente de gira, reviviendo el último circo criollo de nuestro país.