Colón: El alcohol causó un fuerte choque en calle 56 en barrio Belgrano

Un auto con un conductor ebrio habría causado una colisión cuando salió de su línea de avance y embistió un auto estacionado.

El episodio ocurrió a las 4 del domingo en calle 56 entre 14 y 15. La víctima Juliana Almirón jamás pensó que en la madrugada un gran estruendo la despertaría. Unas horas antes dejó su auto marca Ford K, estacionado frente a su domicilio, y cuando salió a observar que había pasado se encontró con el vehículo subido a la vereda.

Un auto marca Chevrolet Aveo, color gris, conducido por R. Carús y que avanzaba por calle 56,  lo había chocado causándole fuertes daños. No hubo lesionados.

El que guiaba el auto estaría alcoholizado. Los vecinos señalan que la semana pasada una situación similar se vivió en calle 55 con varios autos.

La venta de alcohol

No es un secreto a voces que la venta de alcohol esta desmadrada en nuestra ciudad. En los lugares de expansión nocturna se vende  bebidas espirituosas hasta a los menores de edad que concurren a altas horas de la madrugada. También se indica que habría puntos de venta de cocaína.

Los controles de tránsito  de alcoholemia se realizan en calles lejanas a estos centros de actividad comercial. No es lo mismo un control en calle 16 y boulevard 50, que en calle 47 y 25 o  calle 46 y 9. Seguramente la estadística sería muy distinta a la actual.  Pero lo que más llama la atención es que los autos que se secuestran son todos modelos utilizados  por clase media baja.

En este sentido, Si los controles se realizaran en los puntos antes mencionados seguramente habría secuestros de autos y camionetas de alta gama, de las denominadas  familias “poderosas”.

El patrón de intervención  siempre es el mismo en cualquier rubro. Se realizan multas a vecinos por ruidos molestos de equipos de música casi sin potencia  en los barrios periféricos y se deja funcionar en el centro de la ciudad a equipos de música de alta potencia hasta la seis de la mañana en los feriados que además  causan daños estructurales y que los salones donde funcionan  no reúnen el mínimo requisito para permitir su uso indiscriminado.(Foto Juliana Almirón)