Las noticias que llegan desde la industria frigorífica argentina dejan en evidencia el divorcio entre la exportación y el mercado interno. Por un lado, el Gobierno nacional anunció que 2019 cerrará con ventas al exterior por 2.000 millones de dólares, cifra que se alcanza por primera vez en la historia de este sector. Para el consumo, la historia dista de ser la ideal. En medio de los coletazos generados por la incertidumbre política y económica previa a las elecciones, los precios de la hacienda en el Mercado de Liniers experimentaron una fuerte suba, que se trasladó a los mostradores de las carnicerías. Sobre el pasado fin de semana, estos valores descendieron nuevamente, pero si hay una enseñanza que nos ha dejado la historia argentina es que precio que sube, no baja.
Con estos antecedentes y un consumo interno que se encuentra con los números más bajos de los últimos diez años, la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) envió una carta al presidente Mauricio Macri y el presidente electo Alberto Fernández, en donde expresaron su preocupación por este escenario.
En el documento, la entidad remarcó la necesidad de atender el conflicto de intereses cada vez más notorio entre consumo y exportación. Los matarifes ven de buen grado que la exportación gane protagonismo, pero sin afectar al ámbito local. “Desde hace bastantes meses la situación del consumo local se ha agravado en forma importante, con la caída del consumo de las familias”, remarcaron en la misiva.
Al momento de poner cifras a esta situación, advirtieron que durante el pasado mes de septiembre, el consumo se “ubicó en 47 kilos por persona por año, lo que implica una caída del más del 14% respecto al año pasado y de casi 15 kilos respecto a los valores promedio de consumo de los últimos años”. Además, agregaron que “con esta perspectiva de caída constante y de no tomarse medidas urgentes, el consumo local seguirá cayendo a niveles inéditos para nuestro país”.
Consultado por INFOCIELO, el presidente de CAMyA Leonardo Rafael expresó que “no tuvimos respuesta todavía a nuestras inquietudes y la necesitamos urgente, porque estamos en plena transición política”. En este sentido, el directivo sostuvo que este eslabón es uno de los más perjudicados por la baja el en consumo, “porque además de pagar todos nuestros impuestos, nos hacemos cargo de hasta un 60% de las obligaciones de los carniceros”.