Colón: Algunos comerciantes chinos asustados por posible accionar del Clan Pixiu

Según una fuente, algunos hechos violentos acontecidos en los últimos días en la ciudad de Buenos Aires y conurbano bonaerense atemorizaron  a un sector de la comunidad china colonense dedicada a la explotación de supermercados.

En la mañana de hoy un propietario de estos supermercados quitó algunos carteles que estaban enfrente del comercio y una fuente nos señaló que se mostraba atemorizado por algunos hechos violentos acontecidos en Buenos Aires. Se habla de pago de “cuotas” mensuales y de castigos por no hacerlo.  Según la misma fuente el comercio había sido adquirido a un ciudadano taiwanes y antes de inaugurar puso el cartel de “protección” y los que lo siguieron no lo sacaron por lo que creen que pueden estar “marcado” por los miembros de la triada china..

                   Historia en Colón y Pergamino

En el año 2016, el cabecilla de Pixiu  es Ye Yong (37),”(A Di” o “Andi”)  fue aprehendido . La segunda vez que lo atraparon había estado en la ciudad de Pergamino donde tenía  dos supermercados mayoristas. En Colón sería el responsable de pedir una cuota mensual a los supermercadistas chinos. La cuota era muy alta. En caso de negarse la contrapartida era muy aleccionadora. El peligroso clan Pixiu, es un desprendimiento de las tríadas Jia Yuan, Wang Ke y Jong Long, que operan en varios países. Pixiu es el nombre de una criatura de la mitología china parecido a un león alado con cabeza de dragón; se lo considera de buena suerte y protector de todo mal.

En Colón en  mayo de 2016, cinco supermercados recibieron amenazas de esta triada. Según expusieron, los propietarios recibieron por debajo de la puerta un texto -escrito a mano y en idioma chino- en el que se pedía la entrega de «50 mil dólares», seguido de una amenaza de muerte con una firma que traducida al castellano significa «Alan».

«Buscá gente que te solucione esto», «Entregá 50.000 dólares si no querés que te incendiemos el comercio o le pase algo a tu familia», decían algunos de los manuscritos.

Para infundir más temor aún, también recibieron un llamado extorsivo rectificando la amenaza. «Si querés vivir no hagas preguntas y pagá», «ya sabés cómo solucionar el problema»: algunas de las frases vertidas vía telefónica.

Finalmente, dueños de dos locales denunciaron que además sufrieron atentados en la puerta de sus comercios. Uno de los comercios más damnificados es un supermercado ubicado en calle La Merced al 1000 de Pergamino, cuyo dueño no recibió unas cartas y llamados amenazantes a su celular particular; sino que además la mafia incendió gomas en la puerta del local como señal intimidatoria. Pero el hostigamiento no finalizó allí: dos hombres en moto y con el rostro cubierto arrojaron bombas de gas lacrimógeno en la puerta del local, que afectó a varios clientes, pea-tones y vecinos del lugar.

Fuentes consultadas en ese momento  aseguraron que la mayoría de los supermercadistas de esa nacionalidad fueron víctimas de amenazas y, además, hubo casos de quienes pagaron una parte del monto que exigía la mafia con la esperanza de que finalizara el hostigamiento, pero al cabo de unos meses la organización volvió a actuar.

En este marco y en el 2016,  los denunciantes y su abogado Tomás Carricart mantuvieron una reunión con funcionarios de la Embajada de China, en las que además se los puso en contacto con la Superin-tendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Provincia de Buenos Aires.