(Por Victor Calvigioni) El primer detenido por el atentado a la AMIA, fue identificado como Juan Rossi (posiblemente un agente de inteligencia de la Fuerza Area que en la jerga de los servicios se los llamaban “Sifón”). Se lo acuso de tráfico de arma y de haber colaborado en el mayor ataque terrorista en nuestro país como fue la mutual israelí. En nuestra ciudad, y con anterioridad había estado conectado durante un periodo de seis meses con grupos de derecha. Corría el año 1985.
Sin embargo la historia de este “personaje” que caminaba por las calles céntricas , con el pelo corto muy engominado y con ropas de tipo militar, estuvo presente en los atentados con bombas que quisieron desestabilizar pre levantamiento “carapintada “ al gobierno de Raúl Alfonsin.
La historia de la primera detención se produce cuando Rossi viajaba desde Colón con destino a terminal de ómnibus de Retiro. En su escaso equipaje, llevaba una potente bomba y panfletos (en blanco y negro) que vivaban al general Ramón Camps. El episodio terrorista ocurrió en octubre de 1985.
El lunes 7 de octubre pasada la medianoche, Rossi, iba caminando despaciosamente por calle 21 desde boulevard 50, para llegar a la vieja terminal (vigilada por dos agentes federales)
Sacó el pasaje con destino a la Capital Federal y se sentó a esperar en los amplios bancos de madera. El ómnibus de la empresa Chevallier desde Venado Tuerto llegó cerca de la 1 de la madrugada.
En ese transporte solo viajarían tres personas: Rossi, un funcionario nacional y una mujer que esperó el vehículo en la parada que existe en la Cooperativa Eléctrica, en Boulevard 50 y en ese entonces Ruta 8. Los tres habían sacado el boleto en la oficina local de la empresa de transporte.
Tras 50 minutos de viaje, en la ciudad de Pergamino y en la parada de 10 minutos que realiza el ómnibus, subieron por “asalto” al transporte cerca de 10 policías federales.
El “marcado” Rossi venía sentado en la primera butaca del lado del pasillo (algo raro en una persona “entrenada” que siempre busca los últimos asientos para dominar el panorama de todo el pasaje). Los pesquisas en el estrecho espacio lo pusieron de rodilla
Los agentes de seguridad rápidamente quitaron de su mano un bolso azul de tela de avión. La mujer que iba sentada en el último asiento, comenzó a gritar porque creía que era un asalto. El funcionario nacional fue llevado a bordo de un auto, marca Torino, color blanco, donde corroboraron el carnet presentado.
En el bolso azul, Rossi , trasladaba una bomba de alto poder explosivo y cientos de panfletos vivando al General Ramón Camps. El artefacto explosivo estaba dirigido a causar temor en la población con atentados en diversos puntos de la Capital Federal con el objetivo de desestabilizar el gobierno radical.
La secuencia de los federales siguió en otra serie de allanamientos. En la mañana del martes, las fuerzas de seguridad allanaron una vivienda, ubicada en el barrio Centenario, secuestrándose una granada española. La causa quedó abierta en el Juzgado de San Nicolás por tenencia de armas de guerra. También allanaron la vivienda donde residía el entonces Comisario de Arrecifes, y donde se secuestró diverso tipo de armamentos. El último bastión fue una casa en Isidro Casanova, partido de la Matanza, donde se encontraron panfletos y armas de fuego. Al terminar la jornada se había desarmado la banda de derecha que quería desestabilizar al gobierno de Rául Alfonsin.
Atentado en La Amia
Pero el historial delictivo del acusado siguió, y diez años después, más precisamente el 21 de Julio de 1994, Juan Rossi fue detenido por agentes federales en la “Triple Frontera”. Se presumía que estaba huyendo por participar en el atentado de la AMIA. La relación con la serie de colocación de bombas en el Gobierno de Raúl Alfonsín, la brindó un periodista colonense. La información fue tapa en el importante Diario “Ambito Financiero”, y por las amenazas recibidas poco después el trabajador de prensa local se le brindó protección desde el Ministerio del Interior.
Al segundo día un “supuesto” comisario de la Brigada de Investigaciones de San Isidro se presentó en el “Bisemanario El Pueblo”, cuya sede estaba ubicada en calle 46 entre 25 y 26. El individuo pidió hablar con el autor de la nota que publicó el diario capitalino. El visitante vestido de traje y corbata invito amablemente al colonense a subir al auto para que haya más privacidad en la conversación..
El periodista al subir al habitáculo le llamó la atención tres teléfonos celulares (nunca había visto el equipamiento) dispuestos en el torpedo del auto. El dialogó fue tomando características de fuerte tono. El supuesto “policía” bonaerense quería saber de donde se habían sacado los datos publicados. Tras una larga conversación con fuertes “intercambios” de opiniones y al señalarle al “policía” que el periodista tenía protección del Ministerio del Interior y si faltaba más de dos horas comenzaría la búsqueda, el auto salió de los caminos de tierra donde circulaba y nuevamente entró al casco urbano dejándolo en su domicilio (nadie se lo había dicho). Al irse se despidió con un “Cuidate”.
Juan Rossi
La investigación realizada sobre Juan Rossi y su paso por Colón, indica que era un hombre que le gustaba vestirse con ropas militares. Su debilidad mayor era peinarse a la “gomina” con la vieja marca “Glostora”. Se sabe que en la ciudad estuvo por espacio de seis meses, y era un asiduo concurrente a los asados regado con vino tinto. No se le encontró ningún tipo de oficio conocido que haya desplegado durante ese tiempo. También era aficionado a las caminatas por el centro de la ciudad, desplegando muchos veces “estrafalarios gustos” como ponerse a cantar tangos en una esquina.
Cabe destacar, que su persona tuvo importancia en el armado de una derecha activa a nivel “local” y que fue muy significativa en esos tiempos. Su relación era con sectores que se decían peronistas.
Primer detenido de la AMIA
El 20 de julio de 1994, Juan Rossi fue detenido en “Tres Fronteras” , sospechado de una supuesta participación en el atentado a la AMIA. Sus viajes a esa región eran sumamente misteriosos.
Se pensaba que estaba involucrado en el tráfico de armas. En su expediente indicaba que trabajo en sectores de derecha peronista en la Matanza y Morón.
El 18 de julio de 1994, en el atentado a la AMIA murieron 85 personas y 151 fueron heridas.
Otra relación con Colón
También existe otra relación con nuestra ciudad. En junio de 2015, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, aprobó la creación y puesta en funcionamiento del Grupo Especial de Relevamiento y Análisis Documental en el ámbito de la UFI-AMIA, coordinado por el secretario coordinador Juan Murray. El Fiscal que fue adjunto delJuzgado Federal de San Nicolás y bajo su mando allanó el 26 de julio de 2006 la Municipalidad de Colón, una sede de una empresa y un domicilio. Buscaba pruebas por trabajo en “negro” en la construcción de viviendas del Plan Federal en lo que ahora se llama “barrio Esperanza”. Años después analizando fotografías y revisando expedientes se pudo determinar a ciencia cierta que pasó esa jornada.
Por otra parte, El GERAD en su creación era un equipo interdisciplinario y tenía como principales funciones recuperar, conservar, sistematizar y analizar el material documental desclasificado o afectado a la investigación del atentado. Además, se encargó de la descripción e indexación del archivo y de adoptar mecanismos que aseguren la adecuada custodia de la documentación.
Para la conformación del GERAD se contó con la colaboración de la Unidad Especial de Investigación del atentado contra la AMIA del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, quien suministró los medios económicos y desde la cual se contrató a los diversos profesionales hasta marzo de 2016. En esa fecha, ante la rescisión de los contratos de dichos profesionales por parte del Ministerio de Justicia, la Procuración General de la Nación procedió a su recontratación inmediata.
La Unidad Fiscal AMIA, hasta octubre de 2016, tras casi un año de trabajo, el Gerard concluyó la digitalización de las 2047 carpetas de documentación de la ex SIDE sobre el atentado. Dicha información había sido remitida a la Unidad en 2005. Las víctimas siguen clamando JUSTICIA.