Chabas: Monitoreo ambiental reveló la presencia de glifosato en el suelo y el agua

Un relevamiento ambiental que se está desarrollando en Chabás desde fines del año pasado y del cual dio cuenta La Capital detectó la presencia de plaguicidas en suelo, tierra y agua aunque con niveles por debajo de los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cuyo panorama no difiere de otras localidades agrarias del país

Así lo revelan los resultados preliminares del primer monitoreo realizado en el marco del estudio que se lleva adelante en esta localidad del departamento Caseros para analizar el impacto que puede generar en la salud de la población el modelo agroproductivo a fin de establecer políticas públicas orientadas a la gestión local de riesgos.

Si bien para arribar a conclusiones falta, entre otras evaluaciones, cotejar los datos colectados con lo que surja de otros dos muestreos, lo constatado no deja de ser un indicador para que el gobierno local ratifique y avance en la línea de trabajo que se trazo en defensa del medio ambiente y la calidad de vida.

Los resultados fueron difundidos públicamente en la Sala de la Cultura local por el licenciando Santiago Vittori, quien está realizando su tesis doctoral al formar parte del grupo de profesionales de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata que lleva adelante el trabajo bajo la dirección del doctor Damián Marino y del que también participa el biólogo, Pablo Demetris.

                       Zonas urbanas y periféricas

El sondeo comprendió distintos sitios tanto de zonas urbanas como periféricas donde se tomaron muestras en suelo, aire, y agua de pozo y red que permitieron detectar en distintos sectores la presencia de glifosato y su metabolito conocido como ampa así como atrazina, entre otros plaguicidas de uso en la producción agrícola.

Aunque los niveles detectados son inferiores a los parámetros establecidos por la OMS no deja de ser un problema que «no debería pasar». Al menos así lo evaluó Vittori al ser consultado al respecto para luego inferir, en base a lo revelado, que «los plaguicidas que se utilizan en el modelo productivo son los que estarían perjudicando otras matrices ambientales».

No obstante sostuvo: «Lo positivo es que estamos a tiempo de generar políticas públicas que favorezcan la salud ambiental».

Una vez terminada la etapa de muestreos se procederá al análisis de efectos ecotoxicológicos a fin de evaluar la existencia o no de riesgo ambiental de acuerdo a los perfiles de exposición a plaguicidas, lo que será clave para resolver los pasos a seguir articulando acciones con la gestión comunal.

                                      Tumores y causas de muerte

El estudio ambiental es una herramienta fundamental para complementar la información que surgió de un campamento sanitario cuyos resultados dados a conocer en 2017 encendieron una alarma al revelar, entre otros indicadores no menos preocupantes, que los tumores son la principal causa de muerte en la localidad de Chabás en los últimos 15 años.

De allí la importancia que tiene el trabajo encarado para detectar problemas de fondo y solucionarlos a través de políticas públicas de salud.

Desde la gestión comunal ya se vienen realizando actividades para cuidar el ambiente y prevenir evitar enfermedades. Y en ese contexto una de las principales acciones es fomentar la agroecología en zonas donde ya se cultivo trigo libre de químicos para la elaboración de harina de primera calidad que fue presentada en la última edición de Fespal.

El plan empieza a dar buenos resultados según indicó el jefe comunal, Lucas Lesgart, al asegurar que crecieron las consultas de colonos con la intención de sumar hectáreas a prácticas de producción saludables.

Y sobre los resultados preliminares del estudio ambiental dijo que «si bien los niveles detectados no escapan al promedio de una localidad agraria lo ideal sería que no haya niveles de plaguicida, razón por la cual seguiremos trabajando y haciendo hincapié en la salud de la población, la producción y la alimentación que son nuestros ejes fundamentales».

                                Cambiar la forma de producir

Consideró que «la matriz y la forma de producir (tradicional) debe cambiar porque demanda cada vez más dosis de productos nocivos» para el ambiente y la salud al tiempo que insistió con que la agroecología es el camino a seguir, tal como lo está propendiendo desde su gestión en la zona periurbana.

«El campamento sanitario —añadió— nos dio como diagnóstico de que la población tiene enfermedades crónicas por encima de la media y que hay un grado de obesidad muy importante en los colegios, por lo que es fundamental avanzar en acciones que velen por la salud de la población y, en eso, estamos trabajando».