En marzo de 2017 en la localidad de Sastre se realizó un campamento sanitario. Los asistentes eran alumnos del ciclo de Práctica Final de la carrera de Medicina de la Facultad de la Universidad Nacional de Rosario. La iniciativa se hizo a través de un convenio con la comuna de Sastre.
Se trató del 29º operativo realizado por la U.N.R y participaron un centenar de alumnos. Se trataba del último examen antes de entregarles el título profesional. También participaron veinte docentes y treinta investigadores de la Universidad de La Plata, de Entre Ríos, de Buenos Aires, y la Universidad Nacional de General Sarmiento. El responsable del funcionamiento era el Dr. Damián Verzeñassi,
Las actividades incluyeron el registro y evaluación de la salud de los pobladores. Se hizo un relevamiento epidemiológico. En ese estudio se observó cuales eran los principales problemas de la salud en la población de Sastre También se visitaron escuelas urbanas y rurales. Los estudios llamaron la atención de los investigadores por la incidencia de los agroquímicos en sangre de los pobladores y sus derivaciones en distintas enfermedades. La tasa de cáncer incluso en menores era de un tercio más que el promedio nacional. En ese estudio estuvo presente un colonense, hoy médico. Se trata de Jesús Jovell, matricula 24.211
En Colón a pesar de los innumerables pedidos a las autoridades sanitarias, no existe un mapa del cáncer a pesar de la cantidad de fallecidos por esta razón.
Tres años después
Los vecinos de Sastre -una localidad de seis mil habitantes en el centro de la provincia de Santa Fe- lograron un triunfo en la pelea judicial en contra de los pesticidas y en defensa de su salud. Durante años, la Municipalidad permitió la fumigación con agroquímicos a sólo cien metros del ejido urbano, en la práctica esto implica que quienes tienen sus hogares cerca del área de cultivos, soja principalmente, reciben de lleno los químicos que utilizan los productores agrícolas. La normativa tiene efectos fácilmente mensurables: la tasa de enfermedades oncológicas es un tercio más alta que el promedio nacional, así surge de un estudio de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que fue presentado a la Municipalidad luego de un campamento sanitario que se llevó adelante en marzo de 2017.
En Colón(con aviones fumigando en cercanías de escuelas de Sarasa y Pearsón y prácticamente sobre el casco urbano) la tasa de mortalidad por cáncer aún es más alta que Sastre. En 2003, comenzamos el largo camino de buscar datos realizando trabajos de campo y además recogiendo lo que se publicaba. En Colón reunimos los casos de cáncer de 1999, 2000 y 2001. Los datos se publicaron y al ver la incidencia de la temible enfermedad se pidió el mapa de casos en la ciudad. En ese momento, no se realizaban este tipo de búsqueda en nuestra región.
Los casos de muerte por cáncer, en ese momento llegaban a un promedio de 60 personas fallecidas por esta enfermedad de un total de 240 muertes anuales. No había dudas era la primer causa de fallecimiento de los colonenses. Un 25 por ciento moría de cáncer y la franja etárea mayoritaria se encontraba entre 40 y 50 años de edad. Las implicancias sociales y económicas eran imposibles de evaluar.
Los años y las tendencias se mantuvieron. En el 2004, fallecieron 215 colonenses, 55 de ellos por cáncer. El porcentaje fue de 24.19 por ciento.
Para recordar la gravedad de esta situación recordemos que en el año 2000 fallecieron en nuestra ciudad 240 personas. Sobre este número, 53 personas murieron por causas del cáncer. En el 2001 hubo 214 fallecidos en Colón y por causas oncológicas fueron 57 los decesos.
El estudio se volvió a repetir en el 2015, y nuevamente el 24 por ciento de la población en nuestra ciudad falleció de cáncer. La media nacional de muertes por esta enfermedad se encuentra en 16 de cada 100 personas.
Logro en Sastre
El 5 de febrero de este año, apenas terminada la feria judicial, el juez en lo Civil, Comercial y Laboral Nº 1 de Rafaela, Duilio Hail, dictó una cautelar en la que limita el uso terrestre de agroquímicos a una distancia de 800 metros de los límites urbanos para la localidad de Sastre. Ruth Oitana de los vecinos autoconvocados en Unión Ciudadana por la Vida y el Ambiente expresaron que se trata de “una noticia maravillosa” porque incluye a toda la ciudad, en ese sentido, es un caso similar a lo que pasó en Pergamino, ya que no se limita a un barrio, pero la medida aún no está firme y puede ser recurrida.
El juez en su fallo explica que la propia Municipalidad demandada «reconoce la existencia de una normativa contraria a derecho cuando en su modificación amplía drásticamente el perímetro de fumigación aérea y duplica el de fumigación terrestre, a esa circunstancia se suman los documentos acompañados por los actores, particularmente planos y fotografías que fueron ‘explicados’ in situ en la audiencia del 29-10-19 con indicación de los asistentes del lugar de ubicación de clubes, escuelas y viviendas de los reclamantes próximas al perímetro urbano”. La modificación a la que remite el fallo es la ampliación del área fumigable por vía aérea a 3.000 metros y la terrestre de 100 a 200.
El fallo toma en cuenta los informes de la Agencia Internacional para la investigación del Cáncer dependiente de la OMS del 20 de marzo de 2015 presentados por la querella y referenciados por la fiscalía, dichos informes “califican al herbicida glifosato como ‘potecialmente carcinogénico'», también menciona investigaciones del Laboratorio de embriología molecular de CONICET (UBA) y otro elaborado por la UNL en el marco de la causa «Peralta”, además de antecedentes nacionales y de la Unión Europea.
El juez Hail valora los derechos en juego, salud vs. negocio: “por un lado uno de tipo patrimonial constituido por el derecho a cultivar la tierra con el aditamento del mayor valor agregado por el uso de fitosanitarios, mientras que por el otro estamos en presencia del derecho a la salud de un contingente de personas”, por lo tanto dice el magistrado “debo definirme en favor de los amparistas por cuanto el derecho a la salud se torna en un bien fundamental y su menoscabo podría resultar irreparable”.
La historia judicial de esta causa no viene de muy lejos aunque ha afectado la vida cotidiana de los vecinos de Sastre, porque “acá todos nos conocemos”, como dice una vecina de la localidad. En enero de 2018 se presenta una denuncia “porque fumigaban muy cerca de un club donde un grupo de chicos jugaba al fútbol, luego, en marzo, una vecina presenta otra denuncia ya que fumigaban muy cerca de su casa”.
A partir de allí los vecinos se presentaron en el Consejo Deliberante local y comenzaron una serie de reuniones para que dictaran una ordenanza que ampliara la zona de exclusión de fumigación. Ruth Oitana, de los vecinos autoconvocados, explica que presentaron evidencia científica para sustentar su reclamo y que los ediles no pensaran que se trataba sólo de un “capricho”. Hasta octubre de ese año –cuentan desde la asociación– no lograron muchos avances, pero durante ese mes los padres de la niña Zoe Giraudo, paciente oncológica que se recuperaba de un linfoma no hodgkin –enfermedad que desde 2015 la OMS ha relacionado directamente con el uso de glifosato (y que está referenciada en la reciente cautelar)–, debía volver a su casa que si bien está dentro de la ciudad, dista apenas 400 metros de la zona de fumigación. En ese momento el Consejo Deliberante intentó sacar una ordenanza que ampliaba la zona de exclusión a 500 metros, pero la norma nunca fue promulgada por presión de los productores.
Las consecuencias sociales en una localidad pequeña es fuerte y causa grandes divisiones: «El tema se puso muy tenso y los padres de Zoe recurrieron a la Defensoría de la provincia y junto con los vecinos presentaron en 29 de noviembre de 2018 un amparo contra la Municipalidad. Al mes el juez dictó una medida cautelar que disponía 400 metros de exclusión”, cuenta la cronología previa a esta cautelar Oitana.
Productores Agrícolas
En esta instancia los productores agrícolas hacen aparición y se presentan como terceros damnificados, y logran tumbar esa cautelar. La causa volvió a foja cero y, en septiembre de 2019, una ordenanza dictamina los límites en 200 m y 3000 m para las fumigaciones terrestres y aérea respectivamente. Luego, la causa no se movió hasta octubre de 2019 en que hubo una mediación a la que la municipalidad no se presentó, pero el juez escuchó a las partes, incluidos los productores y los representantes legales de la provincia. De allí sale la cautelar.
El lobby de los productores agropecuarios es fuerte en la zona ya que “representan el poder real, el poder económico», incluso cuentan vecinos: “le dicen a nuestros empleadores que nos echen del trabajo, boicotean nuestros negocios. Hemos perdido amigos, se han roto familias, porque los productores no quieren ver alternativas para dejar de envenenarnos y envenenarse”, y advierten: “Acá, en la zona, todos tenemos un familiar muerto de cáncer”.
La realidad de esta lucha por la salud pública versus el interés económico es palpable para los vecinos, según explican: “Los que tienen el poder económico logran cosas que nos parecen imposibles, como hacer caer una medida cautelar en una feria judicial. Los intereses son muy grandes, ellos tienen los mejores estudios de abogados y nosotros tuvimos que recurrir a la Defensoría porque no podemos pagar un abogado. Pero por ahí nos toca un juez como Hail que se toma su tiempo pero estudia seriamente el tema”.
La Unión Ciudadana por la Vida y el Ambiente emitió un comunicado en el que convocan a la población a “denunciar cualquier hecho violatorio de la orden judicial, a los productores a tomar conciencia y respetar las leyes y los mandatos judiciales y a la Municipalidad a revertir la postura asumida tanto en la ciudad como dentro del juicio de amparo, que incluso mereció el reproche del magistrado interviniente”. Un hecho a remarcar es como los productores niegan el efecto nocivo de los pesticidas, que ya están prohibidos en Europa y cuyas empresas enfrentan demandas varias veces millonarias.
Los vecinos, que poseen una página en la red social Facebook con el nombre de su organización, califican la medida como “histórica” y celebran que, “aunque fuere con demora a raíz de distintas alternativas acontecidas en el transcurso del proceso que serán objeto de análisis y explicación en otra oportunidad, toda la población de Sastre obtenga algo de alivio a tantos padecimientos causados por las fumigaciones cercanas”.(Datos La Capital, El Faro, Colon Doce, Tiempo Argentino