La Justicia investiga dos presuntos casos de abuso sexual ocurridos en Casilda y que tienen como víctimas a una menor de cinco años y otra de nueve. Aunque no trascendieron mayores detalles, se supo que ya fueron dispuestas una serie de medidas para intentar esclarecer ambos episodios que se habrían registrado en el seno del ámbito familiar y cuyas denuncias recalaron en la Fiscalía esa ciudad.
El caso de la nena más grande y que está en manos del fiscal Juan Pablo Baños fue denunciado hace poco más de una semana luego de que la chica fuera atendida en el hospital local donde se habría constatado en su zona genital la presencia de un cuadro infeccioso que podría ser compatible con un abuso.
El otro hecho reportado, cuya investigación lleva adelante el fiscal Emiliano Ehret, quedó al descubierto el último domingo luego de que la pequeña ingresara al mismo establecimiento sanitario para recibir atención médica a causa de un presunto abuso.
“Se ordenaron exámenes forenses y además está previsto entrevistar a las menores por medio de una psicóloga a fin de reunir elementos suficientes para avanzar”, indicaron ayer a La Capital fuentes cercanas a la investigación.
Lo sucedido se suma a las crecientes denuncias sobre hechos similares que se vienen registrando desde hace tiempo en Casilda y la región, lo que no solo preocupa y conmueve a la sociedad sino que desembocó en la convocatoria de una movilización prevista para mañana.
Si bien la movida, que arrancará a las 20 con una concentración en Buenos Aires y 25 de Mayo para luego marchar hacia la Plaza de los Mástiles, apunta a pedir por el esclarecimiento de las casos, también se plantea como una acción en defensa de los derechos de la niñez y por mayores herramientas que velen por su protección e integridad.
La problemática en cuestión ya despertó un fuerte debate social que tuvo como principal caja de resonancia a las redes sociales, donde se multiplicaron diversos comentarios a partir del repudio e indignación que generan este tipo de actos delictivos contra la integridad sexual y más aún si las víctimas, como en este caso, son menores de edad.
Al ser consultado sobre el tema, Baños indicó que, en base a los antecedes a nivel local y nacional, “la mayoría de los casos de abusos ocurren en el seno familiar”, al tiempo que resaltó que “cuando las víctimas son menores, generalmente se ve afectado el desarrollo normal de su sexualidad, lo que configura otro delito grave como es el de corrupción de menores”.
Y en esa línea indicó que hay casos que se dan entre familiares directos o parientes donde el grado de hostigamiento y manipulación del victimario es tal que la víctima “termina naturalizando situaciones aberrantes”. Esa descripción, aunque no lo mencionó, podría encuadrar en un sonado y truculento episodio que sacudió a la región a principios de este año y que también investiga. Se trata de un albañil de 57 años radicado en Arequito, quien se encuentra con prisión preventiva tras ser detenido e imputado luego de que su hija lo acusara de haberla abusado sexualmente por el término de 20 años y producto de los cuales tuvo cuatro hijos.
El caso más emblemático y del que dio cuenta oportunamente este medio fue la condena a 25 años de presión contra Oscar Pardini, el hombre acusado en Casilda de cometer una serie de delitos contra la integridad sexual de algunos de sus hijos desde que eran menores de edad y hasta que se fueron de la casa familiar, donde sufrieron un calvario.
En la investigación se logró probar que el condenado violó a una de sus hijas y la dejó embarazada de una nena, lo que fue constatado a través de un estudio de ADN, además de haber sometido a actos no menos traumáticos a otros dos hijos ?una mujer y un varón? que también mantuvieron en silencio sus padecimientos hasta que finalmente lo denunciaron.(La Capital)