Una feroz tormenta con fuertes ráfagas de vientos y lluvia que azotó ayer a la ciudad de Casilda generó cuantiosos destrozos en el casco urbano aunque no se registraron víctimas, pese a que un hombre perdió la vida pero horas antes del temporal.
El fenómeno climático que sufrió la ciudad cabecera del departamento Caseros se desató cerca de las 5 la madrugada y fue tan furibundo en su desarrollo que provocó voladoras de techos, arrancó árboles y tumbó postes de luz, entre otros daños de consideración.
Más de media ciudad quedó sin energía eléctrica por varias horas al verse afectadas distintas líneas de la red, y ello también generó cortes e inconvenientes con el suministro de agua potable que se fue normalizando a lo largo de agitada jornada que hizo redoblar esfuerzos para atender necesidades.
Los bomberos voluntarios desplegaron su labor fundamentalmente para liberar calzadas obstruidas por plantas que también cayeron sobre algunos vehículos que acusaron el impacto.
Con los pinos
El vendaval con ráfagas viento también arremetió contra algunos pinos que se desprendieron sobre el kilómetro 745 de la Ruta Nacional Nº 33 entre Casilda y Pujato, por lo que fue interrumpido el tránsito un par de horas hasta que los bomberos lograron despejar la zona. También en ese corredor vial, aunque ya en jurisdicción de Sanford, volcó por el temporal un camión con chasis y acoplado que quedó sobre una de las banquinas.
Aunque no hubo reporte oficial sobre la velocidad con la que sopló el viento, se estima que las ráfagas pudieron superar los 100 kilómetros por hora.
«Fueron 14 intervenciones las que hicimos, más que nada para sacar árboles caídos, y demarcamos por prevención una zona donde se produjo un socavón», sintetizó ayer a LaCapital el jefe del cuartel de Bomberos y secretario de Seguridad Ciudadana, Federico Censi.
También tuvo una activa participación el municipio a través de diferentes áreas que articularon el trabajo con personal de la EPE, policía, y servicios de emergencia, entre otros organismos.
«Esto es un desastre», sintetizó el intendente Juan José Sarasola, para dimensionar las consecuencias de la tormenta que no tuvo compasión en arrancar de cuajo al histórico eucalipto que plantó en 1969 el extinto escritor Jorge Luis Borges, el que ayer intentaban replantar y apuntalar (ver texto adjunto). Y, aunque la connotación histórica es diferente, también corrieron la misma otros 50 árboles tumbados por el viento en diferentes zonas de la ciudad.
Techos volados
Así lo precisó la Secretaría de Obras Públicas local, Marta Lapegue, quien además confirmó la voladura de al menos cinco techos de viviendas, entre otros daños que están siendo relevados.
Las áreas más afectadas son sectores de los barrios centro, Granaderos a Caballo, Barracas y San Carlos, aunque también se registraron problemas en otras zona pero fueron de menor importancia.
El mandatario local indicó que el Ministro de Desarrollo Social de gobierno provincial y vecino de la cercana localidad de Arequito, Jorge Alvarez, estuvo ayer en Casilda a fin de comprometer asistencia a las familias afectadas.
Asimismo, aclaró que se gestionarán fondos para ayudar en la reparación de los destrozos reportados fundamentalmente en espacios públicos. «Si bien sufrimos tormentas en los últimos tiempos no fueron de esta violencia y magnitud», aseguró Sarasola.
Falleció, pero antes
Si bien desde la Intendencia dieron cuenta a este medio de que un hombre había muerto electrocutado en el patio de su casa al momento de la tormenta, fuentes judiciales confirmaron ayer que el lamentable episodio ocurrió momentos antes del temporal, alrededor de las 1.30 de la madrugada.
Aunque es motivo de investigación, todo indica que la víctima, de 44 años y residente del populoso barrio Nueva Roma, habría intentado realizar una conexión indebida que terminó de la peor manera, aunque aún se desconocen los resultados de la autopsia que revelaran fehacientemente las causas del deceso.
Al parecer, la involuntaria confusión informativa sobrevino porque el sucedo ocurrió poco tiempo antes que se produjera la dañosa tormenta que azotó a Casilda, donde además de viento llovieron 75 milímetros y también cayó granizo. En el resto de las localidades de la zona no se reportaron problemas, excepto en Los Molinos, donde se precipitaron 140 milímetros, aunque sólo una vivienda se vio afectada por el agua.
Mientras tanto, y a 230 kilómetros de Casilda, un fuerte temporal de viento y lluvia se desató ayer por la mañana en la ciudad de Santa Fe, provocó anegamiento de calles, cortes de luz en diferentes puntos de la ciudad, y la caída de un pedazo de techo en el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias, que debió suspender sus actividades (ver página 16).
Buscan salvarlo
El municipio de Casilda intentará salvar el árbol plantado hace casi 50 años por Borges y derribado ayer. Para ello, redujeron su volumen sacándole ramas dañadas a fin de replantarlo con la expectativa de que sobreviva. Asimismo, extrajeron gajos que fueron llevados a la Escuela Agrotécnica para la plantar retoños. (La Capital)