El estado de alarma e incertidumbre crece en Casilda al no haberse logrado bajar la curva de contagios que sigue en alza y que hasta hoy registra 263 infectados.
El crítico cuadro epidemiológico que se intenta revertir se tradujo en un golpe duro para la población que enfrenta una cuarentena sanitaria que a la vez empieza a mostrar cierta resistencia en sectores que acusan el impacto económico de las restricciones.
Ayer quedó visibilizado en una movida protagonizada por decenas de comerciantes de actividades no esenciales que se ven impedidos de trabajar y reclaman una suerte de flexibilización que les permita volver a funcionar, aunque sea de manera restringida.
“No damos más porque al vernos obligados a tener cerrados los negocios no podemos generar ingresos para hacer frente al pago de alquileres, servicios y otras obligaciones que no esperan”.
Así lo aseguró uno de los comerciantes mientras esperaba frente al municipio junto a otros manifestantes ser recibidos por autoridades municipales en busca de respuestas.(Datos La Capital)