(Por Victor Calvigioni). La nota fue escrita en marzo de 2002.
“ La localidad de Ascochinga se encuentra a 60 kilómetros de la ciudad de Córdoba.
Los que visitan ese amplio paraje serrano pueden llegar siguiendo el trayecto hacia Santiago del Estero por la Ruta 9, hasta Jesús María y desde allí se debe recorrer 27 kilómetros por un camino provincial. El segundo itinerario posible se realiza por la ruta del aeropuerto de Pajas Blancas, siguiendo el trayecto que bordea Río Ceballos, Salsipuedes, Aguas de Oro, El Tirol, y La Granja. La región es de una belleza natural incomparable y además esconde en cada rincón grandes misterios en muchos casos indescifrables.
Los Kennedy
El fenómeno Ovni siempre está presente. Las apariciones de luces misteriosas son frecuentes y causa en los lugareños lógicos temores al no poder develar su procedencia.
En la búsqueda de uno de los mayores enigmas de la humanidad, aparecieron hechos históricos de gran importancia. El primero tiene que ver con la presencia en nuestro país de John F. Kennedy, el presidente norteamericano asesinado en Dallas el 22 de noviembre de l962. En mayo de 1941, visitó la estancia “Santa Catalina” . Tenía 24 años. Humberto F. un lugareño relató: “en mi niñez era frecuente la llegada al lugar de hombres de seguridad que hablaban inglés y el despliegue en época estival de policías era frecuente”. Agregó “ Los hombres tenían como principal objetivo cuidar al que luego sería presidente de los Estados Unidos y parte de su familia”. La prueba de estos relatos, se encuentra en el primer banco de la pequeña capilla de Ascochinga, atendida por una monja de edad septugenaria. La religiosa abre con una inmensa llave de hierro, el sitio religioso y sobre el primer asiento de la nave se puede leer en una pequeña placa de bronce “John F. Kennedy y familia”. Humberto sin inmutarse argumentó: “ En ese banco se sentó el primer presidente católico de Estados Unidos, y asistía escuchar misa los domingo”.
Más datos de la familia norteamericana
En el Departamento Colón de Córdoba, se encontraban el campo de José María Carcano. Una parte del predio fue vendido a la Fuerza Aérea Argentina. Los Carcano eran íntimos amigos de los Kennedy y por este motivo el clan norteamericano venía a descansar en un lugar donde no eran molestados por ocasionales curiosos. Además era un sitio de difícil acceso. Solamente tenía dos entradas: una por Jesús María y la otra por La Granja.
La demostración de estos acontecimientos tiene un segundo hecho histórico. En abril de 1966, llega al país, Jacqueline Kennedy y sus dos hijos. La familia se aloja en las amplias instalaciones de la estancia de los argentinos que cuenta con un parque donde se puede observar atardeceres maravillosos. La viuda fue recibida en el aeropuerto de Pajas Blancas (ubicado entre Río Ceballos y la Capital Cordobesa) por el gobernador radical, Justo Páez Molina, el intendente de Córdoba Capital, Víctor Martínez y el secretario General de la Gobernación Ramón Bautista Mestre.
Según relatan los lugareños el lugar preferido por la ex primera dama era un paraje denominado “Tres Cascadas” y que se encuentra a siete kilómetros de Ascochinga, camino a La Cumbre y estaba dentro de las posiciones de terrenales de la familia argentina.
La que luego fuera esposa del magnate Aristóteles Onasis, llegaba al hermoso paraje “enterrado” entre las montañas, para tomar sol, sobre las grandes piedras bordeadas de aguas transparentes. Según se pudo fotografiar, lo hacía realizando “Top Les” (sin corpiño) para lograr un mejor bronceado. Un reportero gráfico, logró burlar la seguridad y pudo fotografiar a la visitante semidesnuda. La toma fotográfica fue tapa de la revista “Gente” que en ese momento tenía un tiraje de 300 mil ejemplares. Las historias que se tejen alrededor de los Kennedy, en esa región son variadas y hasta indican que ya presidente de los Estados Unidos, John estuvo en la Argentina en una visita de incógnito que duró varios días.
Los nazis
El segundo misterio de Ascochinga está relacionado con los nazis. En un sector de la localidad existen instalaciones militares pertenecientes a la Fuerza Aérea Argentina y donde es muy difícil concretar testimonios gráficos. Humberto nos dijo : “ A partir de l946 se observaban en la localidad un gran despliegue de efectivos militares, al lugar llegaban colectivos y camiones con personas de pelo rubio y que hablaban alemán. La zona comenzó a protegerse con guardias más de lo habitual, aunque por aquella época no había movimientos de civiles como existe en el presente”. Agregó “ Según las versiones los visitantes eran contingentes de oficiales y suboficiales del ejercito alemán. En aquellos años se comentaba que a estos soldados se los reeducaba durante algo más de seis meses. En las instalaciones que están atrás del Automóvil Club Argentino las personas altamente calificadas le enseñaban el idioma castellano y las costumbres argentinas.
Además se le brindaba tratamiento médico y sicológico para curar las heridas de la guerra, debido a que la mayoría de ellos llegaban muy maltrechos.
El número de alemanes
Los cálculos de algunas personas que vivieron en aquella época señalan que por este lugar habrían pasado más de mil alemanes que luego fueron ubicados en diversos lugares del país y que incluso habrían trabajado en diversos proyectos del Area Material de Córdoba, donde entre otras cosas se fabricó durante la presidencia de Juan Domingo Perón el famoso avión Pulky. En este sentido por lo menos hubo tres tandas de alemanes que habrían llegado traídos por el gobierno argentino. La historia no termina y los testigos dicen que hubo 65 científicos que luego de ser “reeducados” fueron llevados por los Estados Unidos para trabajar en la carrera espacial.
La perla más llamativa de toda esta historia, tiene que ver con el mundial de fútbol que se llevó a cabo en Argentina en l978. El seleccionado alemán se concentró en las instalaciones que están atrás del Automóvil Club y utilizaban la cancha de fútbol lindera con la Ruta que une Ascochinga con la localidad serrana de La Granja. En el mismo lugar en l946, miles de compatriotas iniciaban la aventura de una nueva vida lejos del que fuera el mayor criminal de la historia. Adolfo Hitler. La pregunta es ¿Simple casualidad o continuidad histórica de un proceso?. El cronista recibe un aliciente de Humberto: “La historia que estoy contando será publicada por primera vez en nuestro país y seguramente pertenece a los secretos mejores guardados”.
Ovnis
Las anécdotas de avistamientos de ovnis en la zona de Ascochinga y Capilla del Monte (distante a 45 kilómetros) inundan la región. La historia es más simple de lo que parece. Según nuestro interlocutor la estancia de la familia Carcano fue adquirida por la Fuerza Area Argentina. En la zona del departamento Cordobés de Colón, los militares argentinos (atrás de una pequeña cadena de montañas situada cerca de Ascochinga) habrían levantado una base ultrasecreta. En ese lugar se habrían desarrollado varios proyectos, entre los que se encontraban el armado y experimentación de motores para los misiles Condor I y Condor II.
Las luces que se observaban en las noches por la zona, podrían haber sido pruebas científicas. Los lugareños y turistas relacionaron las luces con platos voladores y esto podría haber sido alentado por organismos oficiales para “encubrir” la operación que se estaba llevando adelante. Las versiones señalan amplias instalaciones militares y que incluso se contaría con aparatos de última generación que no los habría en otros bases militares como las de Area Material Córdoba o el aeropuerto militar de Río Cuarto”
Capilla del Monte y sus secretos
En enero de l986, tres módulos(el habitáculo se asemejaba al que llegó por primera vez a la superficie lunar) eran depositados en Capilla del Monte, Córdoba.
Los gruesos neumáticos que trabajaban con suspensión independiente dejaron profundas huellas que dieron pié a más de una historia fantástica.
Sin embargo, la operación «Uritorco» había comenzado meses antes. En este sentido, en diciembre y parte de enero, algunas publicaciones hacían referencia a avistajes de OVNIS en los paisajes de las sierras cordobesas.
En el mismo periodo, revistas más audaces, contaban con lujos de detalles historias sobre una ciudad pérdida o subterránea denominada «Hertz».
Los lugareños y seguidores de Angel Acogliani, un estudioso de fenómenos extraterrestres y energéticos, atribuían la inesperada visita de los «yanquis» y sus extraños vehículos, a la búsqueda de una «puerta» a la cuarta dimensión (hasta ahora invisible) en el Cerro Uritorco (gigante de piedra en lengua «Comechingón».
La misteriosa «entrada» de ser hallada, transportaría a los módulos a los secretos más «avanzados» en materia energética que manejaba la civilización que se ocultaba en la misteriosa ciudad.
Los tres vehículos encolumnados enfilaron por el camino de tierra, pasaron el paraje «La Toma» y siguieron por el estrecho arroyo, con rumbo desconocido. La incursión duró tres semanas.
En aquella época algunos organismos de seguridad manejaban información clasificada sobre esta secreta misión.
Según una fuente, la incursión se debía a la inspección que se iba a realizar sobre la región, por la pérdida de agua pesada de un piletón de una planta cercana con la posibilidad de contaminación con radioactividad de los cursos naturales de agua. La mayoría de ellos desembocaban en el Lago San Roque de Carlos Paz.
La fuente reservada indicaba que en los piletones de decantación de agua pesada se habría producido un movimiento técnico equivocado. El accidente habría ocurrido en la planta nuclear «Los Gigantes»
El agua pesada debía ser decantada por un término de diez días y luego sin peligro de contaminar, se podría volcar a los cauces naturales. Sin embargo algo había fallado y el agua no debidamente decantada, había sido «derramada» y bajaban contaminando el valle de punilla.
La gravedad del «descuido» había llegado a contaminar con radioactividad el Lago San Roque. El informe se completaba diciendo que los niveles radiactivos podrían ser «peligrosos» para el ser humano.
Una vez más se habían utilizado OVNIS y ciudades ocultas, para encubrir una misión poco clara.
El Pajarillo
En esa época las publicaciones hablaban de la llegada al cerro «Pajarillo» de una nave extraterrestre. Sobre la ladera de la montaña había quedado una gran marca circular de pasto quemado de más de 100 metros de diámetro. Los lugareños consultados atribuían la extensa quemazón de las hierbas autóctonas al aterrizaje de un OVNI.
Sin embargo podría haber sido otra operación encubierta de servicios de inteligencia.
En 1986, en la extensa llanura (detrás de las montañas) se habría montado una pista de aterrizaje y construido galpones:
Los técnicos en su interior desarrollaba tecnología de punta. La versión indicaba que se realizaban las pruebas de cohetes de corto y mediano alcance y que podrían llevar luego cabezas nucleares. El lugar era ultrasecreto y el personal que allí trabajaba tenía máxima seguridad.
El círculo quemado en el cerro «El Pajarillo» no sería debido a un OVNI. Según habría acontecido, un cohete de prueba se habría estrellado contra la ladera. Los técnicos aeronáuticos habrían levantado rápidamente los restos esparcidos, pero no pudieron borrar el círculo quemado que se observaba desde muchos kilómetros de distancia. La operación encubierta habría sido dejar «trascender» en las publicaciones que se trataba de un OVNI.
En el presente el calor de la combustión desarrollada en el sitio, hace que en el interior del círculo prolifere un tipo de vegetación distinta e incluso en los últimos incendios no se quemó. El fuego rodeo el círculo sin poder quemar las matas allí crecidas.
Relaciones económicas
Las operaciones encubiertas no solo habrían sido utilizadas para desviar la atención de la población en hechos de seguridad nacional. En junio de1985, el Matadero de Capilla del Monte, propiedad de Antonio Fernández, apenas llegaba a faenar 25 animales por jornada. El edificio estaba descuidado y nada hacia pensar que esa construcción había pertenecido al actor Enrique Muiño.
Entre las paredes el artista de «La huella», «La Guerra Gaucha» -entre otras películas- pasaba los fines de semana lejos de los sets de filmación. Solo en una de las paredes quedaban como recuerdo unas boleadoras que habían pertenecido al gran creador de personajes inolvidables.
El propietario del establecimiento faenador todos los días estacionaba el Torino, (que había comprado a Sergio Villaruel), en cercanías de la calle techada y se dirigía a tomar café al bar más concurrido del turístico pasaje y donde se situaban más de 10 mesas de billar.
A ese lugar en junio de l985, llegó« el Turco Charlatan» El último trabajo que se le conocía era en frigorífico «Faraón», ubicado en la denominada avenida «La Colorada» de Monte Grande.(Gran Bs.As.)
El Turco viajó a Capilla del Monte y comodamente sentado en la mesa del famoso bar, café de por medio, ofreció a Fernández 800 mil dólares por el matadero de Capilla del Monte.
El propietario de la decadente empresa no lo pensó y dijo rápidamente que lo vendía.
El alto precio pagado tenía como excusa la futura exportación de vacas flacas a Chile por Salta. Cabe acotar que nunca se exportó una media res. La situación era otra. A partir de 1960, dormía en los despachos oficiales cordobeses, un proyecto por el cual se debía construir en Capilla del Monte el dique «El Cajón».
Los terrenos que se iban a inundar, eran los que pertenecían al Matadero de Fernández.
El proyecto en poco menos de dos años comenzó a hacerse realidad y los terrenos fueron vendidos en cerca de 8 millones de dólares al Estado Cordobés.
Las versiones en ese momento indicaron que la aprobación en la Cámara de Senadores y Diputados habría «costado» 2 millones de dólares. A primera vista no existiría relación con el asesinato que vamos a relatar, pero es sospechoso la ubicación en el tiempo de ambos sucesos. En 1989, en la Capital Federal, un hombre identificado como Rubén Antonio, entró al estudio del investigador de OVNIS Angel Acoglia- ni y al grito de «brujo de mierda » disparó su arma de fuego matándolo en forma instantánea.
Ruben Antonio, era hermano de Jorge Antonio (notorio dirigente pero- nista) supuesto propietario – entre otras cosas- del Frigorífico Caucan, ubicado en Ezeiza (Muy cerca del Hogar de Niños) y que había pertenecido a la empresa Sasetru. (continuará)