La delicada situación financiera que atraviesa la Argentina podría agravarse en los próximos días cuando el INDEC difunda la inflación de julio que se ubicaría en torno al 3%, variación que comprometería la meta de 32% que se comprometió ante el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las estimaciones privadas, que en esta ocasión fueron más cautelosas en la difusión de sus estudios que en meses anteriores, marcan que la suba de precios será más baja que en junio cuando fue de 3,7% pero que al mismo tiempo continúa en niveles superiores a los deseados.
En similar sentido se pronunció el Banco Central cuando esta semana emitió su comunicado de Política Monetaria en la que señaló que la inflación de julio se desaceleró respecto de junio pero que aún estaba por encima de los objetivos fijados por la entidad.
Es que la Argentina debe terminar 2018 con una inflación no superior al 32%, según el convenio que se firmó con el FMI.
El stand by suscripto señala que si la inflación queda en el rango de 29/32% Argentina deberá “ir a consulta” con el staff técnico del organismo pero si supera el techo el programa deberá ser revisado por el Directorio, lo que implica la opción de tener que solicitar un waiver (perdón) por incumplimiento.
De acuerdo a datos del INDEC la inflación acumulada al primer semestre se ubicó en torno a 16% y sumando el séptimo mes del año pisará el 20%.
A esto hay que agregarle una tendencia ascendente para la última mitad de 2018, impulsada por los aumentos de los combustibles, la luz, el gas y el transporte, que pondrá en jaque la pauta firmada con el FMI.(InfoGEI)