Campana: dos expolicías fueron procesados por los homicidios de cinco militantes montoneros en 1975

El juzgado federal de esa ciudad ordenó la detención y dispuso la prisión preventiva de los dos acusados, quienes están bajo arresto domiciliario. Un tercero fue procesado por encubrimiento. El caso fue conocido como la “Masacre del río Luján”.

El Juzgado Federal de Campana, a cargo de Adrián González Charvay, dispuso el jueves pasado la detención y el procesamiento con prisión preventiva de dos expolicías por el asesinato de cinco militantes de la organización Montoneros perpetrados el 12 de abril de 1975, y procesó a un tercero por encubrir los crímenes. En el caso interviene el fiscal federal Sebastian Bringas.

El juez procesó al exagente de la comisaría 3° de General Sarmiento, Carlos Leguizamón, y al exoficial subinspector de la Unidad Regional Tigre, Hermes Acuña, por el delito de homicidio doblemente agravado con alevosía y con el concurso premeditado de dos o más personas en cinco hechos y ordenó que transiten la detención bajo la modalidad de arresto domiciliario. En tanto, el exoficial principal de la comisaría de Campana, Samuel Bunge Diamante -quien permanece en libertad-, fue procesado por encubrimiento, “por dejar de comunicar a la autoridad las noticias que tuviere acerca de la comisión de algún delito cuando estuviere obligado a hacerlo por su profesión o empleo”, en concurso ideal con falsedad ideológica de documento público. Además, los tres imputados fueron embargados en 10 millones de pesos cada uno.

En la causa, que se inició el 28 de febrero de 2013 a raíz de los testimonios de dos sobrevivientes, se llegó a dilucidar que existió una coordinación por parte de los agentes policiales para ocultar cómo ocurrieron en realidad las muertes. A pesar de los años del suceso, el hecho fue considerado imprescriptible por tratarse de crímenes de lesa humanidad.

                                                  El fusilamiento

El hecho investigado, conocido como la “Masacre del río Luján”, ocurrió el 12 de abril de 1975 cuando los militantes de la organización Montoneros Carlos Fernando Lagrutta, Carlos Pablo Molinas Benuzzi, Carlos Alberto Tuda, Luis Arnaldo Oscar Bocco y Guillermo Adelio Rodríguez fueron asesinados por la Policía de la provincia de Buenos Aires.

Según la investigación, esas personas formaban parte de uno de los dos grupos que había planeado apoderarse de un camión Mercedes Benz. Las víctimas fueron interceptadas luego de la sustracción del vehículo cuando iban a encontrarse en la Ruta n° 4, a unos quinientos metros de la Ruta Nacional n° 9, sobre una calle de tierra, con otros miembros de la organización, en inmediaciones del río Luján. El grupo fue perseguido por agentes de la policía, que se encontraban realizando un control vehicular en la jurisdicción de Zárate y pudieron observar el robo del camión.

El personal policial que intervino estaba compuesto por tres comisiones integradas por personal de distintas dependencias: las comisarías de General Sarmiento 1° y 3°, y la comisaria de Escobar.

De acuerdo con la reconstrucción de los hechos, Lagrutta, Molinas Benuzzi, Tuda, Bocco y Rodríguez, una vez detenidos, fueron ultimados en un descampado por el personal policial, debido a su pertenencia a la organización Montoneros, a pesar de haberse entregado y estar en un estado de indefensión frente a las autoridades policiales.

                                               La investigación

En esa época, se instruyó un sumario policial con intervención de la comisaría de Campana y del Juzgado Federal de San Nicolás, que culminó el 28 de abril de 1980 con un sobreseimiento definitivo de los policías.

Sin embargo, en la actualidad se observó que existió una coordinación para ocultar cómo ocurrieron en realidad las muertes: el titular de la Comisaría de Campana, el comisario Inspector Juan Pedro Ruseckaite y el médico policial Carlos Antonio Quetglaz –ambos fallecidos- en conjunto con el entonces oficial principal Samuel Bunge Diamante, designado como instructor sumariante, fraguaron el sumario en connivencia con el personal policial que participó del enfrentamiento armado, entre ellos Carlos Leguizamon y Hermes Acuña. En tanto, los ocho agentes policiales restantes, que participaron del suceso, fallecieron.