La Sala I de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó la condena a Diego “El Polaco” Biglia por su participación en la agresión con “gas pimienta” que sufrieron siete jugadores de River Plate dentro del estadio de Boca Juniors durante un partido por la Copa Libertadores, en mayo de 2015. En la investigación había intervenido la Fiscalía de Distrito de los barrios de La Boca y Barracas, a cargo de Susana Calleja.
El 14 de mayo de 2015, cerca de las 22, los jugadores de River subían por el túnel de ingreso al campo de juego para disputar el segundo tiempo del partido, correspondiente a la vuelta por los octavos de final. En ese momento, Adrián “Panadero” Napolitano y Federico Blanco se aprovecharon de un hueco que había entre la manga y el techo del túnel y les arrojaron gas pimienta, mientras Gustavo Norberto “Mono” Florentín y Biglia los cubrían para disimular su accionar.
Como consecuencia de esto, los jugadores Leonardo Ponzio, Matías Kranevitter, Leonel Vangioni, Ramiro Funes Mori, Jonathan Maidana, Sebastián Driussi y Fernando Cavenaghi sufrieron distintas heridas en sus ojos y rostros, lo que impidió que se llevara adelante el segundo tiempo de ese partido.
En septiembre de 2016, el juez Carlos Bruniard les otorgó a Napolitano y a Florentín la suspensión de juicio a prueba. Les fijó la realización de tareas comunitarias durante tres años y una multa para reparar el daño causado. Además, se les impuso la prohibición de concurrir a cualquier espectáculo deportivo en todo el territorio nacional, por el tiempo que dure la sanción.
Un año después, en noviembre de 2017, el juez Bruniard condenó a Biglia a dos años y ocho meses por el delito de “lesiones leves, calificadas por haber sido cometidas con el concurso premeditado de dos o más personas, agravadas, a su vez, por haberse perpetrado en ocasión de un espectáculo deportivo, el que concurre de manera ideal con el de haber impedido, mediante actos materiales, la realización de un espectáculo deportivo”.
En su fallo, hizo hincapié en las filmaciones que existieron en la causa y que mostraron el accionar de las personas esa noche. Allí se vio que Biglia se acercó al hueco en la manga y charló con Napolitano y Blanco. También, se observó que, en el instante en que “Panadero” apoyó el aerosol en el alambre, Biglia se tapó el rostro con el buzo y encendió una bengala, que levantó recién cuando comenzaron a arrojar el gas. Para el juez, Biglia “no se encontraba allí por casualidad”, sino que su intervención “es un conjunto causal de acciones tendientes a asegurar el resultado junto con sus consortes de causa”.
La defensa del hombre recurrió la sentencia al considerar que no se habían tenido en cuenta sus cuestionamientos. En el voto del juez Gustavo Bruzzone, al que adhirieron Patricia Llerena y Jorge Luis Rimondi, se marcó que Biglia se cubrió el rostro para no sufrir las consecuencias nocivas del ataque.
Una agresión en connivencia
Se analizaron también las filmaciones de lo sucedido y a partir de esto consideraron que el imputado “actuó en connivencia y de común acuerdo con los autores materiales de la agresión”. “Lo concreto e innegable es que en los videos se los aprecia conversando a los tres justo antes de emprender el ataque, y en la zona precisa desde la cual se llevó a cabo, originariamente custodiada por Biglia y cedida luego por éste a los autores materiales”, se resaltó.
“En definitiva, la conducta realizada por Biglia, que surge de las imágenes de video, no hace más que demostrar su efectiva y activa intervención en el episodio, en donde luego de permanecer pendiente de lo que acontecía en las proximidades del túnel que en el estadio “La Bombonera” utilizan los visitantes, y por el que habrían de transitar los damnificados, durante un lapso de poco más de diez minutos, y de entablar una conversación con los autores materiales del ataque, en la que indudablemente coordinaron el modo en que habría de llevarse a cabo la agresión, se ubicó justo por detrás de éstos y encendió un artefacto de pirotecnia, con una finalidad coordinada con los restantes intervinientes para que ese accionar pasara inadvertido”, concluyeron los jueces