La pandemia de COVID-19 ha dejado una huella profunda en la salud mental de las personas en todo el mundo. Según la directora de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dévora Kestel, se ha observado un alarmante aumento del 25% en los casos de depresión y ansiedad debido a las repercusiones de la crisis sanitaria. Además, se ha destacado el impacto del cambio climático en la salud mental de los jóvenes, quienes enfrentan la incertidumbre de un futuro marcado por eventos climáticos extremos.
La importancia de abordar estos desafíos a nivel global se refleja en la 5° Cumbre Mundial de Salud Mental (GMHS), que se llevará a cabo en Buenos Aires. Bajo el lema «Salud Mental en todas las políticas», esta cumbre busca promover una visión de la salud mental como un componente transversal en todas las políticas públicas. El objetivo es intervenir en los determinantes sociales que afectan a las personas y comunidades, reconociendo que la salud mental es un pilar esencial para el bienestar general.
La pandemia ha exacerbado la necesidad de una atención integral de la salud mental. Las medidas de aislamiento, el miedo, las pérdidas y la incertidumbre han afectado a individuos de todas las edades, pero especialmente a los jóvenes, las mujeres y aquellos en regiones más afectadas por la pandemia. Además, el cambio climático ha dado lugar a lo que se conoce como «ecoansiedad», preocupación por un futuro incierto debido a eventos climáticos extremos.
Para abordar estos desafíos, la GMHS 2023 se centrará en temas como la desmanicomialización, los determinantes sociales, económicos y ambientales de la salud mental, así como el impacto del cambio climático en este ámbito. Se buscarán soluciones que promuevan la salud mental en los lugares de trabajo y se fomentará la inclusión de servicios de salud mental en las comunidades.
La desinstitucionalización y el cierre de instituciones que alojan a personas con problemas de salud mental son parte fundamental de esta estrategia. Se busca un enfoque que ofrezca respuestas cercanas a las personas, evitando la centralización en hospitales psiquiátricos. Esto implica aumentar el número de altas y crear oportunidades de trabajo y vivienda para las personas con problemas de salud mental, para que puedan disfrutar de una inclusión social plena.
La pandemia de COVID-19 ha generado un aumento significativo en la depresión y ansiedad a nivel global, y el cambio climático también ha influido en la salud mental de los jóvenes. La GMHS 2023 aborda estos desafíos al promover la inclusión de la salud mental en todas las políticas públicas y al buscar soluciones que garanticen un acceso equitativo a servicios de salud mental en la comunidad. La salud mental se posiciona como un componente esencial del bienestar general y la justicia social.(Pergamino Virtual)