El Juzgado Federal N° 2 de Lomas de Zamora procesó el jueves pasado a cinco a miembros del denominado «clan Segovia» por integrar una asociación ilícita vinculada al tráfico ilícito de estupefacientes como al contrabando, fabricación y acopio ilegal de explosivos y de armas de fuego para su posterior comercialización. La resolución fue dictada en línea con lo solicitado por el fiscal a cargo de la Fiscalía Federal N° 1 de Lomas de Zamora, Sergio Mola, y el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Diego Iglesias.
Los acusados Mario Roberto Segovia, Gonzalo Rodrigo Ortega, Hernán Jesús Segovia, Matías Agustín Segovia y Ezequiel Hernán Bergara fueron procesados con prisión preventiva y sus bienes fueron embargados por sumas que van desde los 20 hasta los 40 millones de pesos. A Mario Segovia se lo consideró el líder de la estructura criminal, mientras que el resto fueron considerados miembros.
Según se sostuvo en la resolución, los acusados llevaron adelante, al menos desde septiembre de 2016 y hasta el 13 de julio del 2021, una estructura criminal destinada al tráfico ilícito de estupefacientes y al tráfico ilícito de armas y explosivos. Las comunicaciones registradas expusieron que los implicados se referían a la comercialización de armas bajo el término “escobas” para evitar que se descubra el verdadero contenido de las comunicaciones. En los diálogos telefónicos interceptados también se pudieron conocer operaciones de compra de ketamina y sobre fabricación y transporte de drogas sintéticas.
Modus operandi de la organización delictiva
De acuerdo a la acusación, la banda obtenía materiales que ingresaban al país por el Aeropuerto Internacional de Ezeiza en piezas desarmadas mediante distintas encomiendas. Luego, concretaba la fabricación y la tenencia de explosivos y armas de guerra de uso prohibido, particularmente de fusiles AR15. Las encomiendas eran direccionadas a Rosario, provincia de Santa Fe, donde se encontraba radicado el núcleo de la organización. Las actividades criminales -según se acreditó hasta el momento- eran dirigidas por Mario Segovia, quien se encuentra actualmente detenido en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, donde cumple una condena dictada en el marco de otra causa.
El juzgado indicó que la banda traía las partes y piezas constitutivas de fusiles de asalto AR15 en distintas encomiendas, a fin de burlar a las autoridades aduaneras mediante declaraciones falsas respecto de su contenido y del valor de la encomienda. En el expediente fue secuestrado en una encomienda un fusil semiautomático, sin marca ni numeración, calibre 5,56 mm del tipo m4 (Plataforma AR 15). En otra encomienda, se hallaron materiales que podían convertirse en tres supresores (silenciadores) de arma de fuego, compatibles con un fusil de asalto AR15. También fueron decomisados tres bloques de explosivos «T.N.T.» que pesan cada uno 454 gramos.
Para dar con la banda se llevaron a cabo diversas medidas de prueba, que incluyeron vigilancia de las intervenciones telefónicas e interceptación de los correos electrónicos, además de tareas de investigación desarrolladas por agentes de la División Operaciones Federales y del Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales de la Policía Federal Argentina. Esto permitió acreditar la existencia de una asociación ilícita con una división de roles específica que llevaba adelante actividades relativas al tráfico ilícito de estupefacientes y al tráfico ilícito de armas y explosivos.
También se imputó al sindicado líder de la banda y a uno de los miembros haber ingresado sin autorización a correos electrónicos que corresponden al Gobierno de Formosa con el fin de capacitarse y adquirir materiales explosivos y armamentos para la organización. En efecto, de acuerdo a la investigación usaban esas casillas para contactarse con empresas extranjeras proveedoras de materiales y detonadores de explosivos y requerir información sobre capacitaciones y cursos para su utilización