La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este miércoles el inicio de ensayos en pacientes hospitalizados de tres nuevos posibles tratamientos contra el Covid-19, y la Argentina será uno de los países que formarán parte de las pruebas.
Los fármacos que se probarán son el Artesunate (producido por la farmacéutica Ipca), Imatinib (de Novartis) e Infliximab (de Johnson & Johnson).
Los tres medicamentos formarán parte de la segunda fase de ensayos del programa de la OMS Solidarity, que en su primera etapa no logró resultados positivos tras probar en pacientes cuatro tratamientos: la hidroxicloroquina (creado inicialmente contra la malaria), el antiviral remdesivir, el interferón o los antirretrovirales lopinavir y ritonavir.
Las nuevas terapias que se probarán fueron seleccionadas por un panel de expertos independientes por su potencial para reducir el riesgo de muerte en pacientes hospitalizados con coronavirus. Ya se utilizan para otras indicaciones: el Artesunate se utiliza para el paludismo grave, el Imatinib para determinados cánceres y el Infliximab para enfermedades del sistema inmunitario como la enfermedad de Crohn y la artritis reumatoide.
En los tres casos, los fármacos fueron donados para el ensayo por sus fabricantes, informó la OMS. “Encontrar tratamientos más eficaces y accesibles para los pacientes con COVID-19 sigue siendo una necesidad crítica, y la OMS se enorgullece de liderar este esfuerzo mundial”, dijo el director General del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El ensayo Solidarity Plus es un ensayo de plataforma que representa la mayor colaboración mundial entre los Estados Miembros de la OMS. Involucra a miles de investigadores en más de 600 hospitales en 52 países, 16 países más que la primera fase de ensayos. Entre ellos está Argentina.
Hasta ahora, los únicos tratamientos que la OMS reconoce como efectivos para los casos graves de COVID-19 son el uso de dexametasona, un corticoesteroide, y de antagonistas de interleucina-6. Mientras el primero es de fácil acceso en todo el mundo, por el bajo precio de la dexametasona, la interleucina-6 es un tratamiento de alto coste que la propia OMS advirtió que no estaría al alcance de la mayoría de los pacientes en países en desarrollo. (DIB