De punta con el gobierno provincial, el massismo salió en bloque a anunciar que los in-tendentes del espacio aumentarían a sus empleados municipales entre 15 y 20 por ciento el salario mensual en 2018, incluyendo además la famosa cláusula gatillo. Por supuesto, algunos de los jefes comunales, en estricto off, manifestaron en su momento que tendrían que sudar duro y parejo para poder cumplir, pero que no les quedaba otra. Y de a poco, van cumpliendo.
El primero fue Javier Gastón, de Chascomús, quien anunció un aumento salarial del 19,1 por ciento en tres tramos. Obviamente, si la inflación se va más arriba, entra el gatillo. Luego fue el turno del municipio que lidera Germán di Cesare, General Alvarado, donde hubo un aumento del 20 por ciento. “Cerramos en un 20 por ciento prorrateado en tres veces, más una cláusula gatillo y más elevar el presentismo un poco más”, señalaron, conformes, desde el Sindicato Municipal local.
Por su parte, el mandamás de Chivilcoy, Guillermo Britos, también renovador, determinó que en las reuniones próximas a llevar a cabo se apuntará a otorgar un incremento del 20, sumado, por supuesto, al ajuste automático por inflación. En tanto, el intendente de Salto, el randazzista Ricardo Alessandro, acordó una suba del salario en dos cuotas: un 20 por ciento de aumento en abril (10 por ciento remunerativo y 10 no) y tras el medio aguinaldo del mes julio, la totalidad del remunerativo.
Asimismo, en Colón, terruño que gobierna el histórico Ricardo Casi, quien tuvo un breve paso por las huestes de Randazzo y ahora brega por la unidad justicialista, consensuó con sus trabajadores un incremento del 20 por ciento en dos partes: 10 en marzo y 10 en junio, quedando, además, establecida una cláusula de revisión para el mes de septiembre. (La Tecla)