Luego del anuncio del Gobierno de la rebaja del impuesto PAÍS desde el lunes que viene, las grandes cadenas de supermercados expresaron su “preocupación” y “alarma”, por la decisión que tomaron algunos municipios de elevar la presión fiscal en sus distritos, una situación que, dicen, impactará en el nivel de precios de los productos que venden.
“La Asociación de Supermercados Unidos (ASU) contempla con preocupación y alarma el incremento que a nivel de tributos provinciales y municipales se está dando en los últimos meses”, comienza la nota firmada por Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de ASU, una entidad que suele mantener un perfil público muy bajo.
“Tenemos un ejemplo palmario de ello en Lanús, provincia de Buenos Aires, donde la Tasa de Seguridad e Higiene ha pasado injustificadamente a tributar con una alícuota de 6% de la facturación (superior a la de Ingresos Brutos). No es un hecho aislado, por cierto”, continuó el abogado y directivo de ASU.
“Medidas como la que ejemplificamos inciden directamente en los precios y licúan los esfuerzos fiscales del Gobierno Nacional en cuando a la baja de impuestos y aranceles, resultando con ello perjuicio para todos los ciudadanos y la economía diaria de todos los argentinos”, terminó la nota enviada a los medios y publicada en las redes.
La información se conoce a unos días de que el Gobierno manifestara públicamente que espera que los precios de bienes y servicios (fletes) baje luego de que el lunes se rebaje el impuesto PAÍS del 17,5% al 7%.
Los supermercadistas alertan que esa suba, al igual que otros incrementos en tributos provinciales podrían neutralizar el esperado efecto de baja de precios devenido de la reducción de la alícuota del Impuesto País, que el gobierno nacional bajará desde el 17.7% al 7,5% desde el lunes.
A la hora de señalar más casos de este tipo, fuentes citadas por el diario La Nación apuntaron que ARBA subió rentas a partir de este mes un 100%; ABL, en La Matanza, subió un 133%. En fin, es una verdadera locura. Hay que poner en evidencia que es muy difícil. Lo que el gobierno nacional puede hacer, por un lado, se lo comen las provincias y los municipios, por el otro”. (DIB)