El índice de precios mundiales de alimentos, que la FAO actualiza mensualmente, se mantuvo estable en junio, a pesar que se registraron aumentos en los precios de aceites vegetales, azúcar y productos lácteos, incrementos estos que fueron compensados por una disminución en los precios de los cereales.
Como consecuencia, el índice se encuentra un 2,1% por debajo del valor de hace un año y un 24,8% por debajo del máximo alcanzado en marzo de 2022.
En cuanto al comercio internacional de granos, la FAO prevé una reducción del 3% en comparación con el periodo 2023/24.
Análisis por Tipo de Productos
Cereales: El índice de precios de los cereales cayó un 3% desde mayo, debido a la baja en las cotizaciones del trigo, el arroz y los cereales secundarios, impulsada por mejores perspectivas de producción en los principales países exportadores.
Aceites Vegetales: El índice subió un 3,1% desde mayo, impulsado por el aumento en la demanda global de aceite de palma y la firme demanda de aceites de soja y girasol para biocombustibles en las Américas.
Azúcar: Después de tres meses consecutivos de descenso, el azúcar subió un 1,9% desde mayo, debido a preocupaciones sobre las condiciones climáticas adversas y los monzones que afectan la producción en Brasil y la India.
Lácteos: Los precios aumentaron un 1,2%, con las cotizaciones internacionales de la mantequilla alcanzando su punto más alto en 24 meses, debido al incremento de la demanda global y la baja estacional en las entregas de leche en Europa occidental y las bajas existencias en Oceanía.
Carne: Los precios se mantuvieron casi invariables, con ligeros aumentos en los precios de las carnes de ovino, cerdo y bovino, compensados por una caída en los precios de la carne de aves de corral debido a una mayor oferta.
Problemas en las Zonas de Conflicto
El informe de la FAO también destaca la seguridad alimentaria afectada por conflictos y sequías. Las guerras están causando niveles graves de inseguridad alimentaria aguda, especialmente en Gaza, Yemen y Sudán, donde las poblaciones también enfrentan el riesgo de hambruna.
En cuanto a factores climáticos, se espera una disminución anual del 20% en la producción total de cereales en el sur de África en 2024, debido a las condiciones cálidas y secas. Se prevé que las necesidades de importación de la subregión se más que dupliquen en comparación con el promedio quinquenal reciente, siempre y cuando se mantengan los niveles normales de consumo. (InfoGEI)