La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al talco como “probablemente cancerígeno” en un informe del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, dependiente de ese organismo internacional.
“Después de revisar exhaustivamente la literatura científica disponible, el grupo de trabajo de 29 expertos internacionales clasificó el talco como probablemente cancerígeno para los seres humanos (Grupo 2A) basándose en una combinación de pruebas limitadas para el cáncer en humanos (para el cáncer de ovario), evidencia suficiente para el cáncer en animales de experimentación y fuertes evidencia mecanicista de que el talco exhibe características clave de carcinógenos en células primarias humanas y sistemas experimentales”, informó la OMS en un comunicado de prensa.
Y aclaró que “la clasificación del Grupo 2A es el segundo nivel más alto de certeza de que una sustancia puede causar cáncer”.
De esta forma, los expertos señalaron que “hubo numerosos estudios que mostraron consistentemente un aumento en la incidencia de cáncer de ovario en humanos que informan sobre el uso de talcos corporales en la región perineal. Aunque la evaluación se centró en el talco sin contener amianto, la contaminación del talco con amianto no pudo excluirse en la mayoría de los estudios de humanos expuestos”.
La nueva advertencia fue publicada en la revista The Lancet Oncology, donde incluyó además al acrilonitrilo -un compuesto orgánico que se utiliza principalmente en textiles y plásticos- al que también clasificó como “cancerígeno”.
Para la población en general, el uso de cosméticos y polvos corporales que contienen talco representa la principal fuente de exposición. Sin embargo, no se puede descartar la posible contaminación del talco con amianto -un producto calificado como cancerígeno- en varios estudios humanos.
Por este motivo, los expertos no descartan ciertos sesgos en los estudios que han mostrado un aumento en la incidencia de cáncer.
“Hubo numerosos estudios que mostraron consistentemente un aumento en la incidencia de cáncer de ovario en humanos que informan sobre el uso de talcos corporales en la región perineal. Aunque la evaluación se centró en el talco sin contener amianto, la contaminación del talco con amianto no pudo excluirse en la mayoría de los estudios de humanos expuestos”.
El informe también menciona que en junio, la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson (J&J) llegó a un acuerdo con la justicia de 42 estados en Estados Unidos en un caso relacionado con el talco, acusado de causar cánceres. A pesar de ello, una síntesis de estudios publicada en enero de 2020, basada en 250.000 mujeres en Estados Unidos, no encontró un vínculo estadístico entre el uso de talco en las partes genitales y el riesgo de cáncer de ovario.
En la década de 1970, surgió preocupación por la contaminación del talco con amianto, un mineral a menudo encontrado cerca de las fuentes de talco. Subsecuentes estudios indicaron un mayor riesgo de cáncer de ovario en las usuarias de talco.
La OMS advirtió que “también se observó cáncer de ovario en estudios que analizaban la exposición ocupacional de mujeres expuestas al talco en el industria de la celulosa y el papel. Sin embargo, no se puede excluir la confusión por la coexposición al asbesto. El aumento de la tasa se basó en un pequeño número de cánceres de ovario en esos estudios ocupacionales”.
En cuanto al acrilonitrilo, la IARC lo ha clasificado como “cancerígeno” para los humanos dentro del Grupo 1 basándose en “pruebas suficientes de cáncer de pulmón” y “pruebas limitadas” de cáncer de vejiga en humanos. Este compuesto orgánico volátil se utiliza principalmente en la producción de polímeros empleados en fibras para ropa, alfombras, plásticos para productos de consumo y piezas de automóviles. (DIB)