Los billetes de 10.000 pesos, que rinden homenaje a María Remedios del Valle y a Manuel Belgrano, circulan oficialmente desde el 7 de mayo y ya se entregan a gran escala en los bancos. De todos modos, para la gran mayoría de la gente constituyen una novedad, lo que muchos inescrupulosos han aprovechado para hacer circular papeles falsos. Por eso es clave para consumidores y comerciantes poder distinguir los billetes verdaderos de los apócrifos. Hay varios detalles de seguridad para esto, además de determinadas técnicas que deben ser llevadas a cabo para detectar estos rasgos que implementó en los billetes el Banco Central. Y finalmente, en caso de aceptar un papel falso, también es conveniente saber cómo proceder.
“El nuevo billete de $ 10.000 cuenta con estrictas medidas de seguridad, incorporadas mediante sistemas de impresión especiales”, indicó el Banco Central de la República Argentina (BCRA) durante el lanzamiento.
Estas características resultan, de hecho, muy similares a las que se usan en los billetes anteriores de la familia “Heroínas y Héroes de la Patria”, los de $ 2.000 con Carrillo y Grierson y los nuevos de $ 1.000 con San Martín.
Vista y tacto
Según explicó el BCRA, cuando uno recibe un billete de $ 10.000, hay que mirar estos detalles en su frente (anverso):
- Una marca de agua que muestra al trasluz los retratos de Del Valle y Belgrano, y las iniciales MV y MB en tono claro.
- El Sol impreso con una tinta de “variabilidad óptica”, es decir, que cambia de dorado a verde cuando se inclina el billete.
- Una imagen “latente”, debajo de todo a la derecha, en la que se aprecian las iniciales RA (República Argentina) “cuando se observa el billete con luz rasante”.
- Un “hilo de seguridad aventanillado”, inserto en el billete. De frente se distinguen tres trazos rojos pero al mirarlo a trasluz se ve como una banda continua con la sigla BCRA.
- En la solapa del saco de Belgrano hay “microletras”, visibles con lupa, que repiten BCRA10000.
En el reverso del billete, en tanto, se distinguen las numeraciones. La vertical brilla con luminosidad roja bajo luz ultravioleta, mientras que la horizontal brilla con luz amarilla en las mismas condiciones.
Por su parte, el “10.000” del frente se complementa con el del dorso, lo que se aprecia al trasluz.
Además de estas señales visuales, la impresión calcográfica de los retratos, los textos y la denominación presentan un relieve perceptible al tacto. Y en los bordes del billete hay una banda en relieve con un código para que su valor sea identificado por los ciegos.
Qué hacer con un “trucho”
Más allá de todas las medidas de seguridad pertinentes, es posible que se termine recibiendo un billete de $ 10.000 falso, quizás por estar dentro de un fajo junto a otros de curso legal o por otro motivo. Entonces, ¿qué hacer?
Si se confirma la sospecha de que el billete es falso, hay que entregarlo en un banco. Esto es mejor que destruirlo, ya que de esta forma las entidades saben las características de los billetes apócrifos circulantes. De todos modos, hay que tener en cuenta el amargo detalle de que el valor del billete no se le devolverá a la persona que lo entregue. Es decir, si uno lleva dos billetes de $ 10.000 falsos a un banco para entregarlos, no hay que esperar que el banco le reintegre ese dinero.
En tanto, según informa la Oficina Central Nacional de Lucha contra la Falsificación de Moneda (OCN Argentina), “el banco recibirá el billete y emitirá un acta detallando sus características y los datos del cliente que lo entregó. Posteriormente, el billete será enviado al BCRA para su análisis y confirmación de falsedad”.
Finalmente, “si el BCRA determina que el billete es falso, este será retirado de circulación”. Y “la entidad financiera que recibió el billete deberá informar al depositante sobre el resultado del análisis”. (DIB)