A nueve años de la primera convocatoria bajo el lema #NiUnaMenos, miles de mujeres y personas del colectivo LGTBi+ coparon los espacios públicos de las ciudades del país para visibilizar la problemática de la violencia de género, que sigue vigente a pesar de los avances en concientización, educación y derechos.
La marcha central fue en la Plaza de los dos Congresos, en la Ciudad de Buenos Aires, con ecos en miles ciudades de todas las provincias.
Entre las consignas de este 3 de junio de 2024 resonaron las críticas al gobierno de Javier Milei, apuntando a la construcción del feminismo como enemigo, a los intentos de derogar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, y a los recortes en materia de políticas públicas contra la violencia de género, hecho que constituye un retroceso y un acto de violencia económica. “Con hambre y odio no hay libertad”, “Abajo la Ley de Bases y el DNU”, “Ni una Jubilada Menos” y “Ni una Lesbiana Menos”, fueron varios de los lemas de la movilización.
En tanto, no faltaron los homenajes a Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo fallecida el 30 de mayo, quien se asumió feminista en los últimos años de vida, sin faltar a una sola movilización que reclamara por los derechos de las mujeres y disidencias. En varias marchas cuyos videos se replicaron en redes sociales se entonó en su honor “Como la cigarra”, una de sus canciones favoritas, escrita por María Elena Walsh.
Las organizaciones que coparon la marcha, más allá de la presencia de grupos de estudiantes y personas de a pie que se acercaron por convicción, fueron el colectivo Ni Una Menos, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), la agrupación Las Rojas y a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).
Al rededor de las 18.30 comenzó el acto central en la movilización del Congreso y la locutora Liliana Daunes leyó un documento expresando los principales reclamos, que puso el foco en la desfinanciación de programas estatales de protección y contención a víctimas de violencia, y la habilitación de discursos de odio que, luego, se concretan en acciones, como el caso de las mujeres asesinadas por un vecino días atrás en el barrio porteño de Barracas por ser lesbianas.
“Este 3 de junio nos encuentra siendo muches, estando juntas y juntes y en movimiento. Estamos también aquí en honor a Norita Cortiñas, luchadora incansable y madre de todas las batallas. Se siente, se siente, Norita está presente”, remarcó el documento de la movilización.
“Estamos viviendo un momento de profundos ataques al conjunto de nuestro pueblo. El gobierno de Milei instauró la crueldad y el odio como política de Estado. La violencia del gobierno de Milei es social, es económica y es política. Ante eso respondemos. Seguimos en las calles movilizadas. ¡Seguimos gritando Ni Una menos! ¡Vivas, libres y desendeudadas nos queremos! ¡Fuera el FMI!”, subrayó el texto.
“Estamos conmocionadas e inmovilizadas por la masacre de Barracas. Exigimos justicia por Pamela, por Roxana, por Andrea, asesinadas cruelmente por dos bombas molotov por ser lesbianas. ¡El silencio es complicidad! Exigimos a Jorge Macri y al gobierno de la Ciudad soluciones reparatorias urgentes para Sofía, sobreviviente de la masacre”, lanzó la proclama, y también “una respuesta habitacional adecuada y acompañamiento integral sostenido en el tiempo”, al grito de “¡Ni una lesbiana menos!”.
Desde 2015
El 3 de junio de 2015 la consigna #NiUnaMenos surgió como un grito de hartazgo ante el femicidio de Chiara Páez, en la ciudad de Rufino, Santa Fe. Fue asesinada a los 14 años por quien fuera su novio, Manuel Mansilla, porque estaba embarazada y se negaba a abortar.
Ni Una Menos se convirtió en marca de lucha por terminar con los femicidios en Argentina y el mundo, en un momento en el que las denuncias por violaciones, abusos y acoso empezaron a romper los círculos de silencio.
Según datos difundidos días atrás por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en 2023 se registraron 250 víctimas directas de femicidio en el país y casi 2.500 en la última década. Por lo tanto, en 2023 hubo 10,6 % más víctimas directas de femicidio que en 2022, cuando se registraron 226 casos. (DIB)