Según datos difundidos por el Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA, el sector productivo primario está compuesto por unos 10.200 unidades productivas (tambos), que generan unos 45.000 empleos directos y unas 680 industrias procesadoras de leche, con unos 35.000 empleos directos, lo que totaliza unos 80.000 empleos directos y más de 100.000 empleos indirectos.
Estos más de 180.000 puestos de trabajo la posicionan como la sexta cadena agroindustrial en volumen de empleos generados.
Eslabón primario: en este renglón de la cadena es muy federal en su distribución, aunque existen núcleos o cuencas productivas muy notorias por la cantidad de productores. El volumen producido y el entramado con el eslabón industrial generan que su distribución se extienda prácticamente por todo el territorio nacional.
Unos 10.200 tambos albergan a aproximadamente 1.6 millones de vacas en el sistema productivo.
En 1990 produjeron unos 6.000 millones de litros, en el 2000 casi 10.000 millones de litros para alcanzar en 2015 un volumen histórico con algo más de 12.000 millones de litros. Se produce luego una caída que termina en 2019 con 10.300 millones de litros y una posterior recuperación que cierra el año 2023 con 11.300 millones de litros.
En el mes de marzo del 2023 se produjeron, a pesar de la enorme sequía, 822 millones de litros contra los 704 millones de litros del 2024. Lo que significa una caída de la producción interanual del 15% en la producción.
Eslabón Industrial
Está constituido por unas 680 empresas, de las cuales el 46% procesa menos de 5.000 litros por día, el 45% entre 5001 y 250.000 litros por día y solo el 3% procesa más de 250.000 litros por día. Como puede verse, la industria es muy heterogénea, donde predominan las PyMes y MiniPyMes, con un pequeño conglomerado de grandes empresas.
De estas, el 44% está localizado en la provincia de Buenos Aires, el 27% en Córdoba, el 15% en Santa Fe, el 10% en Entre Ríos, el 3% en La Pampa y el resto en otras provincias.
Acumulado del primer trimestre
En el acumulado del primer trimestre, las exportaciones aumentaron un +6.4% respecto de igual periodo del año anterior, totalizando casi 100 mil toneladas en productos y un +6.3% en litros equivalentes, a pesar de que en el mes de marzo tuvieron un retroceso.
Los productos que tuvieron una mayor participación en volumen en las exportaciones del trimestre fueron la leche en polvo, con un crecimiento del +18.8%, y los quesos, con el +11.1%.
Las exportaciones del primer trimestre representaron el 30.1% del volumen de leche producido cuando en el 2023, con mayor producción, la relación exportación-producción fue de un 24.4%.
Consumo Interno
Argentina es uno de los países con mayor consumo de leche del mundo, con un consumo per cápita que fue variando a lo largo de nuestra historia.
Así en 1990 consumíamos 162 litros/hab/año, en el 2000 alcanzamos un pico de 227 litros/hab/año, después de la crisis caímos a 179 litros/hab/año en el 2003 y nos fuimos recuperando para cerrar el año 2015 con 217 litros/hab/año. Al terminar el 2019 habíamos caído nuevamente con 182 litros/hab/año y se pudo cerrar el 2023 con un alza que alcanzó los 194 litros/hab/año.
Consumo en el mundo
Para dimensionar el muy buen consumo de leche y derivados podemos decir que si en 2023 los argentinos consumieron 194 litros/hab/año, la UE fue la de mayor consumo en el mundo con 280 litros (se destacan Suecia y Holanda con 355 y 330 litros), le sigue EE. UU. con 278 litros, Nueva Zelanda con 250 litros, Uruguay con 230 litros, Costa Rica con 200 litros y luego Argentina.
Las ventas de lácteos muestran una caída en el primer trimestre del año del -18.7% en toneladas de producto comparado con igual periodo del 2023 y del -15.3% en litros equivalentes.
Leches
En el análisis de la baja del consumo por rubro y/o producto. las leches fluidas representan el 21% del consumo y las leches en polvo el 8%. Así que estas constituyen el 29% del consumo total de lácteos de los argentinos.
El consumo de leches fluidas acumuló en el primer trimestre del año una caída de -19.6% y el de las leches en polvo de -30.4% (ambos expresados en toneladas) comparadas con igual trimestre del año 2023.
Leche fluida no refrigerada, registra una caída en el consumo de un -20.6% en el trimestre y un -21% en el interanual de marzo.
Leche fluida refrigerada, registra una caída en el consumo de un -14,3% en el trimestre y un -20.2% en el interanual de marzo.
Leche en polvo entera y semidescremada, registra una caída en el consumo de un -37.8% en el trimestre y un -38.5% en el interanual de marzo. Leche en polvo descremada, registra una caída en el consumo de un -5.1% en el trimestre.
La que más bajó
Esto muestra que, si bien todas cayeron, la leche fluida no refrigerada tuvo una disminución del consumo más importante que la leche fluida refrigerada, y el consumo de leche en polvo entera y semidescremada se desplomó.
Los índices evidencian una fuerte baja en el consumo de leche y una clara tendencia a optar por productos más económicos, en este caso la leche fluida refrigerada que presenta una baja intertrimestral del -14%, y agudiza en marzo el bajo consumo de estas cayendo a un -20.2%. En la otra punta, la leche en polvo descremada, destinada a un segmento de mayor poder adquisitivo, sufrió la menor caída. (InfoGEI)