El Gobierno nacional llegó a un acuerdo con la Universidad de Buenos Aires (UBA) para la actualización del 270% de su presupuesto, entendimiento que se tradujo en enojo y respuestas de parte de las otras universidades nacionales, que hablaron de “discriminación”.
Entre las repercusiones que tuvo el acuerdo-UBA, el Frente Sindical de Universidades Nacionales convocó a 48 horas de protesta para los días 22 y 23 de la semana que viene: serán 24 horas de visibilización del conflicto y 24 horas de paro sin concurrencias a los lugares de trabajo.
La medida de los trabajadores va en sintonía con los anuncios hechos desde las propias casas de altos estudios. Es que las Universidades Nacionales que fueron excluidas del aumento de las partidas presupuestarias de funcionamiento analizan recurrir a la Justicia para forzar al Gobierno a tomar la misma medida con todas las casas de estudio. La estrategia fue adelantada por el presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Martín López Armengol, quien calificó de “arbitraria” y “totalmente inadmisible” la decisión de aumentar las partidas solo para la UBA.
En cuanto a los gremios de los trabajadores universitarios, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, con la inflación del 8,8% en abril, se agudizó y la Secretaría de Educación no convocó a reunión paritaria para resolver el incremento porcentual para mayo, no presentó una propuesta de recuperación de la pérdida salarial acumulada desde diciembre, no incrementó la garantía salarial para los cargos de menores ingresos y no pagó el FONID.
De acuerdo con los gremios, la propuesta realizada por el Gobierno para resolver la situación presupuestaria crítica de la UBA “muestra que la contundencia de la marcha del 23 cambió las condiciones de negociación. Ahora falta el presupuesto de todas las universidades del país, el salario de docentes y nodocentes y las becas para que las y los estudiantes puedan ingresar, permanecer y graduarse. No podemos esperar más”.
El Frente Sindical de Universidades Nacionales lo conforman la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), Conadu Histórica, Federación de Docentes de las Universidades (Fedun), Asociación Gremial de Docentes de la UTN (Fagdut), Unión de Docentes Argentinos (UDA), Ctera y Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (Fatun).
“Estudiantes de primera y de segunda”
El Gobierno llegó a un acuerdo con la UBA para la actualización del 270% de su presupuesto, tras la masiva marcha realizada el 23 de abril pasado. No obstante, las otras casas de estudio del país quedaron fuera de esa negociación y exigen un incremento en el mismo sentido. “No aceptamos que existan estudiantes de primera y de segunda”, señalaron en un comunicado en el que denunciaron “discriminación”.
Fue el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) el encargado de plantear el malestar y de advertir que esperan que las otras 59 universidades de todo el país, sean tratadas de igual manera. “Resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una universidad y no para la totalidad del sistema que reúne a un conjunto de 60 universidades a lo largo y a lo ancho de todo el país, que representan a dos millones de estudiantes de las universidades argentinas”, cuestionaron.
El reclamo de las universidades nacionales del interior
Las universidades nacionales con sede en la provincia de Buenos Aires son parte del reclamo. Entre ellas están la Arturo Jauretche (Florencio Varela), Avellaneda, Del Centro, Del Delta, General Sarmiento, Guillermo Brown, Hurlingham, José C. Paz, La Matanza, La Plata, Lanús, Lomas de Zamora, Luján, Mar del Plata, Moreno, Del Noroeste de la Provincia (Junín), Del Oeste (Merlo), Quilmes, Scalabrini Ortiz (San Isidro), San Antonio de Areco, San Martín, Del Sur (Bahía Blanca), Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y Tres de Febrero. (DIB)