El Tribunal Oral número 6 de Morón absolvió a Miguel Ángel “Mameluco” Villalba y otros tres acusados de ser los autores intelectuales por el secuestro y muerte de la niña Candela Sol Rodríguez, ocurrido en 2011 cuando tenía 11 años de edad. Se trata del segundo juicio en el caso; en el primer proceso hubo dos condenas a prisión perpetua por la autoría material del crimen y una tercera, a cuatro años, por la participación secundaria en el secuestro.
Junto a “Mameluco” Villalba, alojado en el penal de Ezeiza por otra condena por narcotráfico, también fueron declarados inocentes el expolicía bonaerense Sergio Fabián Chazarreta; el informante de las fuerzas de seguridad Héctor Horacio “Topo” Moreira y el carpintero Néstor Ramón Altamirano, todos en calidad de “coautores”.
Con el fallo, el tribunal desestimó la única hipótesis que había desplegado la Justicia sobre las circunstancias que rodearon el caso.
El exnarcotraficante de la localidad de San Martín ya había declarado como testigo en el primer juicio por la muerte de Candela, en 2017, y que terminó con tres condenados: Hugo Bermúdez y Fabián Gómez, ambos a perpetua, y Leonardo Jara, sentenciado a cuatro años.
La sospecha que había sobre Villalba es que habría ordenado el crimen de la nena en venganza contra el padre de la nena, Alfredo “Juancho” Rodríguez.
Según “Juancho”, un compañero de la cárcel le había comentado que “El Topo” Moreira andaba diciendo que él sobrevolaba las villas de San Martín con un helicóptero de la Policía Federal marcando gente vinculada al narcotráfico, algo que perjudicaba los planes de Villalba.
Agosto fatal
Candela Sol Rodríguez fue secuestrada el 22 de agosto de 2011, en la esquina de la casa en la que vivía, en Villa Tesei, en el partido bonaerense de Hurlingham, cuando iba a reunirse con un grupo de amigas.
Tres después de la desaparición se realizó una marcha por Hurlingham organizada por la madre de Candela, Carola Labrador. Ricardo Casal, en ese entonces ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, anunció una recompensa de 100 mil pesos para quien aportara datos reales que pudieran ayudar a resolver el caso.
El 27 de agosto continuó el operativo de búsqueda. Al día siguiente la tía de la nena, Betiana Labrador, recibió una llamada intimidatoria: “Ahora sí que no la vas a encontrar nunca a tu hija. ¡Jamás la van a encontrar! Te lo aseguro yo, hasta que esa conchuda no devuelva la guita, no la va a ver nunca más. Que le pregunten al marido dónde dejó la guita”.
El lunes 29 se organizó una nueva marcha por las calles de Hurlingham. Pero el 31 llegó el final que nadie quería. El cuerpo de Candela Sol Rodríguez apareció al costado de la colectora de la Autopista del Oeste. Asfixiada y dentro de una bolsa, la encontraron a 30 cuadras de su casa. El cuerpo presentaba signos de abuso sexual.
La muerte de la nena, según se determinó en el primer juicio, ocurrió en la transición del 29 al 30 de agosto en el segundo lugar en el que estuvo cautiva, a manos de los dos condenados a perpetua, Hugo Bermúdez y Leonardo Jara. (DIB)