En medio de una sesión convocada para debatir el controvertido Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con reformas económicas, las tensiones en el seno del gobierno argentino se tornan evidentes. La vicepresidenta Victoria Villarruel mantuvo firme su postura de incluir el DNU en el temario, a pesar de la resistencia en la Casa Rosada, lo que avivó las fisuras entre ella y el presidente Javier Milei.
La decisión de Villarruel de habilitar el tratamiento del DNU en el Senado provocó una reacción enérgica de Milei, quien la acusó públicamente de actuar de manera «unilateral» e «inconsulta». En un comunicado oficial, la Casa Rosada expresó su preocupación por esta acción, subrayando las implicaciones negativas que el rechazo del DNU podría tener para el país.
La tensión política se hace palpable en el contexto de una oposición que podría imponer su número en el Senado, aumentando la presión sobre la Cámara de Diputados, donde la posición del gobierno es más frágil. A pesar de los intentos de Villarruel por frenar el tratamiento del DNU en la reunión de Labor Parlamentaria, la decisión quedó en manos de los presidentes de los bloques opositores.
Mientras tanto, el gobierno logró evitar una sesión en la Cámara de Diputados impulsada por el bloque de Hacemos Cambio Federal, liderado por Miguel Pichetto, para votar una nueva fórmula de actualización de las jubilaciones. Este enfrentamiento político revela las divisiones internas y la lucha por el control de la agenda legislativa en Argentina.(Pergamino Virtual)