Con profundo pesar, el mundo del automovilismo despide a uno de sus grandes pilares, Ángel Agustín Banfi, cuya destreza y carisma lo convirtieron en una figura emblemática dentro y fuera de las pistas. A los 71 años, Banfi deja tras de sí un legado imborrable, marcado por años de sacrificio, dedicación y pasión por el deporte del motor.
Nacido en la ciudad de Pergamino, Banfi supo labrar su camino en el competitivo mundo del automovilismo argentino. Desde sus primeros pasos en monoplazas hasta sus hazañas en las categorías de turismo, su nombre resonaba con admiración y respeto en cada circuito que pisaba.
Fue en la década del ochenta y noventa cuando Banfi brilló con luz propia, compitiendo en categorías como Fórmula 2 Nacional, TC2000 y Turismo Carretera. Su destreza al volante y su habilidad para sortear los desafíos del asfalto lo llevaron a alcanzar la gloria en numerosas ocasiones, convirtiéndose en un referente indiscutible del automovilismo argentino.
Entre sus logros más destacados se encuentra su victoria en el Autódromo del Aero Club Pampeano de Santa Rosa, el 11 de septiembre de 1983, donde se impuso en una carrera reservada para Debutantes y No Ganadores del Turismo Carretera. Con su Chevrolet, Banfi demostró su maestría al liderar la clasificación, ganar en la serie y superar en la final a reconocidos pilotos como René Ducret y Fernando Herraiz.
Más allá de sus triunfos en la pista, Ángel Agustín Banfi será recordado por su espíritu indomable, su pasión inquebrantable y su capacidad para inspirar a las generaciones futuras de pilotos. Su partida deja un vacío en el corazón de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y admirarlo, pero su legado perdurará como un faro de inspiración para los amantes del automovilismo en todo el país.
En este momento de duelo, la comunidad automovilística se une para rendir homenaje a una leyenda, recordando con cariño y gratitud los momentos de gloria y emoción que Ángel Agustín Banfi nos regaló en cada carrera.(Pergamino Virtual)