En una devastadora emergencia ambiental, el Parque Nacional Los Alerces enfrenta un incendio que ha consumido más de 2.000 hectáreas en cinco días. La magnitud del desastre obligó a movilizar a alrededor de 200 bomberos y combatientes, con la colaboración de brigadistas y helicópteros de las provincias de Buenos Aires, Río Negro y Neuquén.
El intendente del parque, Danilo Hernández Otaño, advirtió sobre la propagación activa del fuego, que abarca un 70% dentro del parque y un 30% en la provincia de Chubut. El incendio, de origen aparentemente intencional, presenta frentes activos en dos flancos, con un desarrollo longitudinal que supera los 8 kilómetros.
Los esfuerzos para combatir las llamas involucran a 300 combatientes, 2 aviones hidrantes, 3 helicópteros y tecnología de observación aérea y drones. Sin embargo, la topografía irregular del terreno y las condiciones meteorológicas adversas complican las labores, agravadas por la falta de precipitaciones significativas en los últimos dos meses.
El incendio afecta no solo al Parque Nacional Los Alerces, sino también a áreas de la provincia de Chubut, quemando bosques nativos de especies como ñire, laura, caña cohiue y lenga, que alcanzan su corte máximo entre 80 y 150 años de edad.
El gobernador de Chubut, Agustín Torres, destacó la necesidad de actuar con celeridad en la justicia ante las sospechas de intencionalidad en el inicio del fuego. A pesar de la tragedia, se alivia que no hay pobladores ni áreas urbanas comprometidas en este momento.
En medio de esta emergencia, distintas provincias ofrecen apoyo, pero las condiciones meteorológicas desfavorables complican los esfuerzos. La lucha contra el fuego continúa, mientras la comunidad espera el tan necesario cambio en las condiciones climáticas.