En un acto que agita la ya tensa situación en Ecuador, César Suárez, fiscal de Guayas a cargo de investigaciones clave, fue asesinado a tiros mientras se dirigía a una audiencia en la ciudad de Guayaquil. Suárez manejaba casos de narcotráfico, delincuencia organizada y el reciente copamiento de un canal de TV.
El fiscal Suárez estaba involucrado en la investigación conocida como «caso Metástasis», vinculada al narcotráfico, y lideraba la pesquisa sobre la toma del canal público de Guayaquil. Su asesinato añade un capítulo oscuro a la creciente violencia en la ciudad, conocida por ser un punto caliente de disputas entre bandas de narcotraficantes.
La fiscal general, Diana Salazar, condenó el asesinato y afirmó que los grupos delictivos no detendrán el compromiso con la sociedad ecuatoriana. Este trágico suceso sigue a la declaración de «estado de conflicto interno» en Ecuador, tras el copamiento del canal de televisión, y pone en tela de juicio la eficacia de las medidas implementadas para controlar la violencia en el país.
El presidente Daniel Noboa aún no se ha pronunciado sobre el crimen de Suárez, que coincide con la rendición de cuentas de la titular de Interior ante la Asamblea Nacional. Este hecho plantea interrogantes sobre la seguridad en Ecuador y resalta la necesidad de abordar de manera urgente la violencia que afecta a la nación.