Musimundo cerró el local comercial de Junín

El combo fatal para esta decisión incluyó caída en las ventas, altos costos de alquiler y gastos varios de mantenimiento de un local de gran superficie. Un rojo creciente obligó a la empresa a tomar la decisión de cerrar la sucursal. Un pequeño cartel anuncia la triste situación e informa cómo pagar las cuotas aquellos que compraron algún artículo y se encontraron con el local cerrado.

Según da cuenta Semanario, tal como sucede con otras empresas del sector, la baja en el consumo de bienes durables, junto con la inflación generaron menores márgenes de ganancias, pero de todas formas Musimundo estaba lejos de mostrar una crisis terminal. Incluso abrió cuatro nuevas sucursales durante el año pasado (dos en Río Negro, una en Misiones y otra en Buenos Aires) y hasta lanzó ON en marzo pasado.

Ahora bien, el talón de Aquiles para Carsa fue, sin lugar a dudas, su deuda, pero no la tomada con entidades bancarias -que según el BCRA a la fecha asciende a $1.758 millones (toda en situación 1 -sin atrasos en los pagos)- sino la del tipo financiera, reveló Ámbito.

Viejos problemas, mismas soluciones

Esta oleada de cierres se dio en 2018. Ese año, Musimundo, bajó sus persianas en la sucursal de Luján, Tandil, Trenque Lauquen, Pehuajó, Bragado, Chivilcoy y Mercedes. En algunas de estas ciudades, las sucursales eran rentables, en otras pagaban los alquileres más caros de esas plazas.

Olavarría, Tres Arroyos, Cañuelas, Necochea, dos locales en Mar del Plata, Ezeiza, Monte Grande, Marcos Paz, La Plata y Quilmes también cerraron sus puertas.

Siguió Mar del Plata, donde el cierre terminó en escándalo luego que los administradores de la empresa ofrecieron a sus empleados pagar los salarios adeudados y las respectivas indemnizaciones en 16 partes, ofrecimiento que fue rápidamente rechazado por los representantes. (InfoGEI)