La anticipada espera de los Swifties para el concierto de Taylor Swift en River se convirtió en una experiencia extrema cuando fuertes lluvias y una tormenta eléctrica llevaron a la reprogramación del evento. A medida que la noticia se difundía, el servicio de emergencia SAME atendía numerosos llamados por casos de hipotermia, convulsiones y fracturas entre los espectadores. Aunque la situación fue intensa, no se ha informado de casos graves o hospitalizaciones.
En medio del shock por la reprogramación, la desesperación y agotamiento de los fanáticos, sumados al descenso de la temperatura, desencadenaron cuadros de hipotermia y crisis nerviosas. Ambulancias del SAME, reforzadas por un equipo médico de emergencia, llegaron para atender a aquellos que necesitaban ayuda después de esperar durante horas bajo la lluvia.
Alberto Crescenti, titular del SAME, explicó que la baja temperatura y la falta de abrigo contribuyeron a los casos de hipotermia y crisis nerviosas. «Es una cuestión lógica por la inclemencia del tiempo«, dijo Crescenti, destacando que se tomaron medidas rápidas para atender a los afectados. Además, se movilizaron siete ambulancias y se alertó a hospitales locales para posibles derivaciones.
La seguridad y la integridad física se convirtieron en prioridades, según el comunicado oficial que anunció la reprogramación del concierto para el domingo 12 de noviembre. Las entradas del viernes serán válidas para la nueva fecha. Además de los desafíos enfrentados por los fans, el temporal también afectó vuelos en el Aeroparque, con demoras, cancelaciones y desvíos.
A pesar de la decepción por la suspensión, la reacción de los fans fue ejemplar, evacuando rápidamente las inmediaciones del Estadio Monumental. La seguridad no solo se centró en los asistentes, sino también en la cantante, artistas invitados y el equipo de trabajo, destacando la importancia de la integridad en medio de las condiciones climáticas adversas.(Pergamino Virtual)