Isaías José Suárez, de 29 años, se encuentra en el centro de la atención como el principal sospechoso del brutal asesinato del ingeniero civil Mariano Barbieri en los bosques de Palermo. Sin embargo, la atención se centra también en las decisiones judiciales previas que permitieron su liberación, a pesar de su alarmante historial delictivo.
Suárez había estado tras las rejas hasta mediados de junio en el Penal de Marcos Paz por un caso de violencia de género. En ese momento, un juez penal, contravencional y de faltas porteño, tomó la decisión de otorgarle la libertad.
El historial delictivo de Suárez es impactante, con al menos 14 detenciones a lo largo de los años y cuatro condenas desde 2012. La última condena, que cumplió hasta el 13 de junio, estaba relacionada con «lesiones leves».
El detenido, un hombre en situación de calle, fue arrestado nuevamente en el Barrio 31 de Retiro por su presunta conexión con el homicidio de Barbieri. En las próximas horas, enfrentará un interrogatorio por parte de la jueza Yamile Susana Bernan.
Este caso revela una serie de decisiones judiciales cuestionables, ya que Suárez tenía vínculos con el delito desde hace más de una década, cometiendo robos y hurtos, algunos de ellos con violencia armada. A pesar de su historial criminal, en varias ocasiones fue liberado.
Una de las condenas recientes fue por «tentativa de robo», y aunque estuvo tras las rejas entre junio y diciembre del año pasado, eventualmente recuperó su libertad. Posteriormente, fue detenido nuevamente por un caso de lesiones en un contexto de violencia de género, lo que lo llevó al Complejo Penitenciario Federal 2 de Marcos Paz.
El 13 de junio, fue liberado nuevamente tras cumplir una condena de seis meses de prisión por decisión del juzgado de 1a.instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas número 31 porteño.
Además, en junio se confirmó su procesamiento por el delito de «daño agravado». A pesar de tener antecedentes penales tan preocupantes, Suárez continuó su vida delictiva hasta que se convirtió en el principal sospechoso del asesinato de Mariano Barbieri.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de una revisión y evaluación más rigurosa de las decisiones judiciales relacionadas con individuos con un historial delictivo tan extenso y peligroso.